Al Ritmo del Amor (Foxy y Tu)

¡Gracias! (Capitulo 3)

Me cambie de ropa, cogí una pequeña mochila y salí cuidadosamente. No estaba segura de como saldría esto, pero las ganas de ver a los animatronicos eran mas fuertes que mi inseguridad. El camino hasta la pizzeria era un poco largo, me demore al rededor de 20 minutos en llegar, al llegar estaba un poco cansada. Me pare frente a la puerta, tome aire y entre.

Vi a Freddy, Chica y Bonnie en su escenario... me pareció algo raro ya que ellos solían andar por ahí libremente. Me acerque y vi que habían unas cintas... quizás ya no los dejan salir de su zona.

—¡Hola Freddy! ¿me recuerdas? Soy la hermana de Wendy

— Hola pequeña —saludo con aquella voz robotica que ya conocía.

Me acerque un poco mas a Freddy para abrazarlo pero el jefe llego, me miro con algo de rabia y me separo de aquel tierno abrazo.

—¡Oye niña! No te puedes acercar tanto a los animatronicos

—Ahh... si, lo lamento —dije algo apenada, espere a que el se alejara para acercarme a los demás— hola Bonnie, hola Chica

—¡Hola pequeña!

— Hola ¿que tal?

Espere un rato y cuando deje de sentirme observada por el jefe me volví a acercar a Freddy, esta vez a una distancia mas prudente.

—No tengo mucho tiempo... ¿donde esta Foxy? —pregunte casi en un susurro.

— Por allá —el castaño respondió señalando la cueva del pirata.

No podía creer lo que veía. El juego estaba totalmente olvidado, tenia un letrero que decía "fuera de servicio", Foxy se veía algo herido, tenia su mandíbula rota y al parecer estaba apagado. Mi corazón se sentía completamente pasado y un nudo se formo en mi estomago, mientras las lagrimas luchaban por salir de mis ojos. Me acerque a el lentamente, trague saliva intentando no llorar y aclare mi garganta para poder hablar.

—¿Foxy? ¿Foxy? —no recibí respuesta, pero aun así me acerque un poco mas y lo mire a los ojos— no creo que me escuches pero... quiero decirte... ¡Gracias! Me salvaste de ese hombre malvado... todo esto fue mi culpa, tu te sacrificaste por mi....

Mire a Foxy y podría jurar que me sonrió, al parecer no estaba apagado del todo y aun así con su mandíbula rota me sonrió. Aquella sonrisa tierna que me había quitado el miedo aquel día ahora se veía triste y totalmente rota.

— Gracias Foxy... —le devolví la sonrisa con un pequeño sonrojo en mis mejillas y un nudo en la garganta.

Asegurándome de que nadie me viera, me acerque a Foxy y lo abraze, el me correspondió al abrazo. No estaba apagado, y aun me recordaba.

— No fue nada pequeña —susurro débilmente en mi oído.

Me despedí de el y lo solté para dirigirme al escenario, me despedí de los medas animatronicos y me devolví a mi casa, al llegar aun estaba vació. Llegue justo a tiempo pues mis padres llegaron con mi hermana 5 minutos después de que llegara.

Habia sido una buen idea ir, aun que ver a Foxy así me había partido el corazón, al menos pude darle las gracias por salvarme. El es mi héroe.