"THE GODFATHER TRILOGY."
"¿Me podes explicar cómo mierda somos novios si nunca viste semejante obra maestra?" preguntó indignadísima mientras con cierta bronca apoyaba las bolsas del supermercado sobre la mesa.
"Pero tampoco es para que te enojes tanto. Todos pecamos, Zozo." fingí tristeza al responder.
"No es lo mismo. Me haces enojar." hizo un puchero extremadamente tierno que se dedicó a revolverme el interior.
"Bueno..." agarré su cara con suma sensibilidad y ternura para comenzar a depositar besos ahí entre cada palabra que salía de mi boca. "Hoy las vemos, nos clavamos la trilogía entera."
"Son como nueve horas, te aviso." depositó un dulce beso en mi boca antes de limpiarse la cara. "Me llenaste de baba, asqueroso de mierda."
"Bien que en otro lado te gusta." le guiñé el ojo juguetón, ganando que me golpee sonrojada.
"Esas cosas no se dicen, ¿no ves que hay menores presentes?" fingió indignación mientras señalaba el sillón, donde nuestro hijo estaba acostado.
"Mal, pobre gordo rechoncho, no se tiene que criar en un ambiente tan tóxico." le seguí el chiste.
"Yo diría que lo rebauticemos, total es super bebé, se va a adaptar al nombre que le pongamos." se apoyó en la mesada.
"¿Y qué nombre le querés poner?"
"Vito, como en 'El Padrino'." sonrió entusiasmada.
"Tengo que ver las películas para darte la derecha ahí." repliqué. "Yo propongo que lo llamemos Antonio, así le decimos Tony como a Tony Montana." chasqueé los dedos.
"¡Es buena esa!" bajó de la mesada de un salto. "Pero prefiero Vito." insistió.
"En tu colección ultra antigua de antigüedades cinematográficas, osea tu estante de dvd's..." la burlé, consiguiendo que me mire ultra mal. "Seguro tenes la trilogía." ella asintió. "Así que yo armo la picada y le doy comida a la criatura mientras vos buscas la peli, ¿estamos?" asintió nuevamente.
"Igual creo que lo estamos malcriando, debemos ser unos padres horribles."
"Somos los mejores papás del mundo, no te pongas así." me acerqué para envolverla en un abrazo lleno de seguridad.
"No tiene ni nombre, le vamos a generar una crisis de identidad..." bromeó.
"Bueno, pero le vamos a dar seguridad sobre sus padres, eso es lo que importa." dejé un beso en su frente.
"Ay, mira cómo viene." se tapó la cara y agudizó su voz por la ternura.
"¿Vos decís que va a crecer mucho?"
"Espero que no, sino no va a entrar acá." rió. "Pasame el platito." señaló el bowl de comida del can.
"Muy bien, Vito." lo mimó como si fuese frágil. "Muy bien, Tony." rió mirándome.
Comencé a cortar las cosas en la tabla mientras que terminaba de armar el fernet que íbamos a tomar en la maratón que se venía. Zozo me contaba qué había hecho en el día y qué tal su trabajo, a la vez que yo tenía la cabeza totalmente enfocada en ella.