"SCREAM" (1996, DIR. WES CRAVEN)
"Ojo con bardearmela, eh..." advertí. "Es como mi biblia, no podes insultar a la biblia en frente de un creyente."
"Ya la vi y me gustó creo, no sé, no me acuerdo..." rodó los ojos. "Igual conmigo no te hagas el picante porque te doy dos toques y te calmas." me burló.
"Bue, ahora te haces la mala..." la molesté. "Pedite una pizza y pone la peli." besé su cabeza.
"No, pizza no..." hizo pucherito. "Siempre viene muy, archi, ultra, extremadamente, demasiado grasosa." alargó la última palabra.
"No viene tan grasosa, estás muy quisquillosa, Zozo." la miré de reojo.
"Vos estás muy feo y no te digo nada." me sacó la lengua burlándose.
"Callate y pedí milanesas."
"¡Sí!" festejó sentandose en la mesada y agarrando su celular. "¿Hace cuánto no comemos milanesas, Val? Hace un montón."
"¿Pedís napolitana?" pregunté. Ella negó. "Qué ortiva que sos."
"¿Qué?" inquirió alzando una ceja. "La tuya la pido napolitana si querés, la mía no."
"Messi..." me miró raro. "Messirve." expliqué y ella chasqueó su lengua dándome a entender que había comprendido.
"¿Qué queres tomar?" cuestionó.
"¿Una birra te va?"
"Te compro una, yo con una gaseosita estoy..." se bajó de la mesada. "No me mires así, me tengo que cuidar."
"Te estás por clavar una milanga frita con papas, ¿en serio me decís?" pregunté riendo.
"Pero me pido una coca zero y se acabó." se encogió de hombros.
Nos quedamos un rato hablando de nuestro día y jugando a las cartas como solíamos hacer. Tuvimos nuestras vueltas: una separación de casi un año en el medio en la cual decidimos desacelerar un poco y replantearnos nuestras cosas y ver qué nos deparaba el futuro. La verdad es que a mí no me afectó tanto y quizás hasta suene horrible de solo pensarlo, pero la verdad es que yo estaba convencido de que íbamos a volver. No sé si es exceso de confianza o una arrogancia suprema, pero a nosotros nos une algo más fuerte que lo comúnmente llamado amor.
Nuestra relación estaba bien, genial, no sé, era la más sana que tuve en mi vida a pesar de no haber transitado muchas. Zoe era hermosa, a veces muy peleadora y terca, pero al final del día siempre terminábamos durmiendo en la misma cama, y eso me daba a entender que estaba todo bien.
Adoptamos otro perro, claro, era obvio que iba a pasar después de seis años y medio de relación. Vito y Tangerine eran muy amigos por suerte, aunque Tangerine casi se termina llamando Edgar porque pensábamos que era macho, hasta que nos dimos cuenta de que los perros macho no suelen hacer pis sentados.
"A ver yo sirvo y vos pone la peli." ordenó Zoe. Yo asentí y me acomodé en el sillón mientras buscaba la película.
"¡Ya está!" grité a propósito. Zoe detestaba que gritara cuando la cocina estaba solo a unos pasos.
