Mentiras sinceras
Will
Debo admitir que cuando vi a lo lejos a Alaska en aquella fiesta en medio de borrachos y gente bailando pensé que era una chica hermosa con aquella ropa pegada a su cuerpo acentuando cada una de sus curvas. Sí confieso que lo único que buscaba era una noche de placer y nada más así que como siempre avance y di el primer paso.
Estaba moviendo las caderas y con sus manos tocaba sus cabellos; me coloqué detrás de ella empezando a bailar, guiándola con mis manos sobre ella, todo fue demasiado explosivo y naturalmente todo mi cuerpo se despertó.
Acerqué mi boca a su oído y sentí su pecho vibrar. El pequeño cuerpo que caía sobre mí tal vez había sido diseñado solo para mí, encajábamos más que miles de piezas en un tablero.
- Me gusta cómo te mueves. ¿Quieres ir a otro lado? cariño- dije lentamente y luego succione tortuosamente su lóbulo muy despacio.
Ella se volteó y pude evaluarla de cerca. Ahora que lo recuerdo no se notaban sus pecas por la oscuridad del lugar y el maquillaje. Lo que sí noté fueron sus ojos de un color gris increíble, apostaría que también tenía motitas verdes que los hacían más resplandecientes. De esos que no se olvidan jamás en la vida y te dejan marcado para siempre.
Me miró a los ojos y lo que vi en ellos fue tristeza, la mirada de alguien que guardaba demasiados secretos. Alguien que buscaba escapar de su realidad. ¿Cómo lo sé? A veces yo también me sentía así. A veces tomaba la decisión de salir de casa, ir a alguna fiesta, tomar hasta olvidar mi nombre y terminar con alguna bella chica al día siguiente. Mayormente existía, caminaba y vivía perdido en mi mismo. Sin saber hacia dónde ir o adónde pertenecía.
A mi manera de ver la realidad existen dos tipos de personas que marcan tu vida: las primeras son las que te hacen daño, aquellas que hieren sin piedad, las que te hacen dudar de ti mismo y te hacen preguntarte miles de cosas. ¿Soy feo o bonito? ¿Soy normal o extraño? ¿Valgo poco o valgo más que otros? Son preguntas que parecen tontas y son las que más nos preguntamos.
Cuando somos jóvenes nos preocupamos por banalidades que son realmente importantes para definirnos ¿Quién soy? ¿Qué piensan de mí? ¿Por qué no tengo la vida que quiero? Y sí parecen estupideces pero ¿el ser humano en sí a veces no es estúpido?
¿Por qué hice esto? ¿Por qué dejé de hacer esto?
Y muchas más.
Alaska parece de las chicas que las han herido de muchas maneras pero también de las que no necesitan que las salven. Ella era su propio ancla y timón. Solo que navegaba sin ningún rumbo, sin estabilidad...
El segundo tipo de personas que dejan huellas en tu vida son las que te hacen parte de su vida, te hacen ver la realidad de otra manera no triste ni oscura. Son con las que sin planear nacen momentos felices que ocurren y ya.
Son con las que siempre quieres hablar y antes de dormir piensas en ellas. Esa noche fue distinta, no me fui con nadie a ningún cuarto, me monte en mi moto y maneje al límite. Aun con su aroma a vainilla inundándome y mareándome. Solo pensando en una pequeña chica misteriosa.
Viendo a Alaska curar mis heridas en el baño de su casa, expectante y precisa en cada raspón; me pregunté qué tipo de persona sería en mi vida. Admiraba sus pestañas, largas y negras guardando entre ellas sus ojos grises llenos de misterios.
Ella aplicaba el alcohol con una pequeña gasa en cada herida justo ahora mismo presionó una en mi frente con un poco más de fuerza por reflejo gemí de dolor con una mueca en mi rostro. Los ojos grises me miraron y ella pronunció.
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Las Mentiras Que Callas
Детектив / Триллер#Mariposaawards2020 #RetroAwards2020 #MoonAwards2020 "Caras vemos, corazones no sabemos" ¿No creeras que todos decimos la verdad o sí? No le creas a nadie, no te dejes llevar por el sentimentalismo, por las caras bonitas y recuerda caras vemos cor...