capitulo 19

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Al descubierto

Alaska

-Ya, que es eso tan interesante - hablé mientras bajamos las escaleras hacia el lugar escondido. Cuando bajé me impresionó la fachada, era algo tan común como escalofriante, todos mirábamos el salón de clase con interés e incertidumbre, yo me sentía un tanto desorientada y aunque el salón de clase estaba diseñado de forma corriente daba espanto y erizaba cada pelo de tu piel. Voltee y vi algo que a cualquiera paraliza. Nadie la notó pero yo sí.

No les ha ocurrido que sienten una sensación única en el pecho, un presentimiento tan irreal que solo piensas <ahora ya si valí, estoy cucu> pero a la vez tu cabezita te dice que no, no estas loco y te sientas y te pones a pensar que es eso que tratas de entender pero que no llega del todo a tu mente. Así justo así me sentí cuando vi lo que vi.

En la esquina, pegado a la pared se hallaba un cuerpo temblando como si sintiera el frío de un dia de lluvia, de esos que ni puedes ver la carretera por toda la niebla que cubre los senderos, esa brisa que hace que cada vello de la piel se levante como pasto en un jardín. Era una chica y si le pagaban por actuar el papel de indefensa lo hacia excelente; vestía el uniforme de cualquier escuela, me ví en ella y extrañamente no me conmovió su posición, yo había estado allí, sabía la realidad de la supervivencia humana y ver como una persona actuaba de la misma manera de lo que yo viví -aunque no fuera el mismo caso- me hizo enojar. Quise gritarle, a ella, a los chicos y a todo el que hubiera apoyado la idea. Mi ser pedía levantarse, gritar y ordenar que la sacaran del lugar pero mi lado racional me hablaba implorando un poco de tranquilidad. Me pareció una osadía tal teatrito en un simple juego.

Nadie notó nada, Chad estaba centrado buscando alguna cosa en los cajones de la mesa donde me imaginaba se sentaba el profesor, Will miraba la pared pero por su mirada ausente y perdida intuí que no estaba aquí sino pensando, James pues seguía con su semblante de <me vale un comino este juego, que decir, me vale una mierda el mundo entero> Jenna y Mel hablaban en voz baja con nerviosismo.

Respiré hondo y solo me hice la desentendida. Yo para ellos no había visto nada.

Vi cómo la muchacha me regresó la mirada, era de esas que son fáciles de leer, ella quería verme aterrada, alterada o por lo menos afectada de alguna manera pero yo solo le sonreí y guiñé el ojo. Me miró por un mínimo de segundo extrañada y al instante siguió con su acto. Soltó un gemido falso llamando la atención de todos. Will volteó a verla y su mirada fue imperturbable, seria y no le incomodó, fue como si su mente estuviera acostumbrado a esas escenas, exactamente igual que yo y me causó intriga su impresión. No se conmovió, no perdió su porte de chico guapo y a la vez misterioso, le di un buen repaso porque vamos, el ser humano tiene sus debilidades y pues que te digo estaba como el médico me lo receto.

La medicina que te calma pero a la vez te crea una adicción insaciable.

Vestía unos pantalones caqui que se ceñían tan bien en lugares específicos que a cualquiera le haría suspirar, su camisa era simple y blanca donde se transparentaba un poco y podía admirarse sus brazos formados y firmes, unos zapatos de hombre de marca y para cerrar en su mano derecha portaba un reloj plateado que brillaba cada que movía la muñeca. Yo era una chica de inseguridades, errores y varias cagadas en la vida pero sabía lo que tenía y sabía cómo usarlo en cualquiera.

Los chicos dirigieron su mirada a la incauta, de sus labios salieron pequeñas exclamaciones excepto James que lucía apacible y con una sonrisa de burla en los labios. ¿Acaso solo Will, James y yo entendíamos que solo era un truco?.

-¿Cómo te llamas? ¿Quién eres? - preguntó Jenna, yo me crucé de brazos esperando su respuesta.

-Soy la que abrirá la puerta que los dejará salir, solo deben decirme su resultado del caso también soy Hanna y como soy la protagonista solo yo sabe lo que sucedió - siguió sentada en un pupitre, con el maquillaje corrido y hecha un desastre. La chica que protagoniza a Hanna era simple, nada extravagante, morena y un tanto baja, en verdad no me transmitía mucho.

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