Las Mentiras Que Callas

capitulo 16

No es casualidad

Alaska

Algunas personas le llaman karma, destino, la vida, el cosmos y un sin fin de cosas que se quieran inventar pero sea lo que sea conspiraba en mi contra. Luego de que las clases terminarán me encontré con Will en el estacionamiento y nos fuimos juntos al cine para encontrarnos con James y su novia, lo que yo no esperaba era la persona que justamente estaba agarrada de la mano con James y besuqueándose, su cabello verde despeinado me dio una pista pero no fue hasta que estuvimos frente a frente que confirmé lo que supuse.

-Sheila- fue lo primero que dije al verla. James me miró interrogante. Will solo estaba al lado mío con su sonrisa ya característica.

-Alaska- respondió sonriendo extrañamente. Lucía tal cual la recordaba con su cabello verde, raíces marrones, cuerpo esbelto y rostro perfilado. Admito que es atractiva y un poco excéntrica.

-¿Pueden decirnos de donde se conocen? - impresionado Will preguntó, lo miré de reojo e hice un mohín. Claro que recordaba de dónde la conocía. Sheila respondió.

-Nos conocimos en la última fiesta de Summer - se encogió de hombros comiendo un chicle rápidamente.

-Yo sí me acuerdo de esa fiesta fue grandiosa conejita. Te acuerdas como te montaste...- descaradamente le habló James al oído fingiendo que nosotros no escuchábamos nada.

-Claro que recuerdo esa fiesta en la cual Alaska y yo nos conocimos. ¿Te acuerdas pecosa?- Rodé los ojos. No caería en su jueguito. Sabía lo que intentaba hacer.

-Cállate.

-Pecosa deja la agresividad para otro momento- me puse roja y empujé con mi hombro a Will a lo que todos rieron.

-Tontos- susurré para que no me escucharan.

Luego de aquella escena nos dispusimos a elegir la película y sorprendentemente Sheila y yo queríamos ver comedia pero los chicos querían ver terror; lo que me parece un tanto aburrido porque siempre dan pistas muy obvias de quien es el villano, los personajes son brutos y el protagonista se mete donde no debe terminando muerto.

Al final ganaron los chicos por piedra papel o tijera sin embargo nosotras pudimos elegir las chucherías y compramos un montón de chocolates y refrescos. Caminamos a la sala donde se proyectará la película y nos sentamos en el lugar. Sheila llevaba puesto un top, una falda que le llegaba hasta el muslo que a la hora de sentarse se le subió un poco a lo que sus estéticas piernas quedaron al aire y James se sentó a su lado colocando su mano en la rodilla de ella.

Will se sentó en el asiento de mi lado derecho, llevaba una chaqueta negra de cuero que a decir verdad a cualquiera le hacía babear. ¿En qué momento pasé de no soportarlo a ir a los cines juntos?, no lo sabía a ciencia cierta. Supongo que algunos amores solo suceden, como la magia, llegan y lo remueven todo. Empezó la película que trataba sobre un grupo de tres chicas que eran acechadas por un tipo con una máscara dorada en todo su rostro con manchas de sangre. Las escenas eran gritos, gritos y más gritos en especial de Sheila que se aferraba al brazo de James como un marinero a su ancla y qué decir del chico a su lado sonriendo por la cercanía de la peliverde.

Luego de una hora y media solo comiendo, bebiendo sodas, fastidiada por la terrible película, Will lo notó y me habló bajito.

-¿Tú también tienes ganas de arrancarte los ojos? - sus ojos azules me miraban chispeantes. Me reí bajo tratando de no llamar la atención.

-Tengo ganas de pegarme un tiro si sigo viendo tan mala película. Te dije que eligiéramos comedia. - otro chillido se oyó en toda la sala y yo rodé por décima vez los ojos.