Psicólogo [Luzuplay/Loliplay]

1. Sus relatos

Auron veía con impaciencia el reloj en su muñeca izquierda. Su nuevo paciente llegaba 10 minutos tarde y él era de las personas que odiaba esperar. Justo antes de soltar su 13vo suspiro cruzó la puerta aquel desalineado tipo.

- Siento haberte hecho esperar bombón- dijo Lolito mientras se sentaba frente al Psicólogo - es solo que hay cosas fuera de mi alcance y llegar a tiempo es una de ellas.

El castaño sólo desvío su mirada hacia la ventana, mirando las nubes a través de ella.

- Ya que quieres darme más detalles - pronunció el castaño con un tono relajado - háblame sobre Miguel Angel Rogel.

El hombre con cabello naranja sólo se estiró sobre su asiento y comenzó con su relato:

- Mangel - Lolito esbozó una leve sonrisa - Mangel era el amor de mi vida, mi niña. Era la persona a la que pensé dedicarle mi vida. Era tan feliz junto a él. Quería estar siempre alaisimo suyo, pero, aquella tarde, junto al arco de rosas que cultivamos juntos, lo vi con alguien más, jamás me sentí tan traicionado antes, así que esa misma noche tomé mis cosas y salí de ese lugar,puesto que, ya nada me detenía ahí. Una semana después escuché que nuestra casa se quemó con él dentro - sonrisa del hombre no había desaparecido en ningún momento.

- Bien - Auron miraba decepcionado sus notas, la historia que relataba era exactamente la misma que le había contado a todos - háblame de Raúl.

- Oh Raulito - Lolito miró fijamente a los ojos del contrario con su sonrisa extraña- varios años después de lo sue sucedió con Mangel me encontré con ese niño, prácticamente era un adulto joven, pero, la diferencia de edades que teníamos hacia parecer a ese chico como un niño a mi lado. Pasé un par de años con él, era muy dulce mi guerrero, pero su único defecto era el ser fantasioso. Él esperaba tanto de esta vida de mierda y yo le decía eso constantemente. Una y otra vez, como un disco rayado. Harto de la situación me fui dejándolo a él y a sus sueños vacios de lado. Una semana después escuché que lo habían encontrado en un callejón sin organos.

Y otra vez, exactamente lo mismo.
Auron se sentía estancado.

- Bien - El castaño dirigió su mirada al hombre ojiverde - ¿Por qué cuentas exactamente lo mismo?

- ¡Ja! ¿qué más quieres que te diga? Creo que usted no quiere escuchar como me follaba a ese par de bastardos ¿o si? - lolito había expandido su sonrisa socarrona tras esa frase - no hay mucho que contar.

- Señor, no quiero que suponga cosas sólo cuénteme algo que no tenga que ver con sus encuentros sexuales y sus historias ya relatadas.

- Le diría pero - aquel hombre con su cabello entre sus ojos se levantó de su asiento - se acabó el tiempo bombón, suerte para la próxima. Oh y procura la próxima vez preguntar como se debe.

Tras decir eso Lolito salió del despacho.