Psicólogo [Luzuplay/Loliplay]

13. Viviendo bajo un puente

Ese lunes por la madrugada se convirtió en la madrugada más incomoda de su historia o eso pensaba Raúl sentado en el suelo del despacho.

Tras la salida de Luzu, Lolito se sentó en el sofá y a partir de ese momento no dijo ni una sola palabra, es más, hasta parecía que ni pestañeaba pero con la oscuridad predominando la habitación no lo podía asegurar.
Raúl suspiró y dirigió su mirada al reloj de la pared, en todo ese silencio podía escuchar el irritante sonido de mierda que hacia el reloj al avanzar el tiempo.

- Lolito si no vas a hacer nada mas que estar en silencio te puedes ir, prácticamente es como estar solo.

- Si tuviera adonde ir - dijo el ojiverde saliendo de su transe - hoy me echaron del departamento donde vivía - Lolito se levantó de su lugar y se comenzó a aproximar al castaño - prácticamente estoy viviendo bajo un puente.

Auron presentía que mentía porque ¿Cómo diablos un tipo como el viviría bajo un puente? Es decir, titulo importante, excelentes notas, mucha experiencia laboral, buen apellido y por sobretodo es que en esta ciudad un tipo como él era imposible que no tenga ni un céntimo.

- ¿Qué hay de tu familia? ¿Tus amigos? ¿Tienes una casa en tu ciudad natal?

- Pues después de un par de conflictos con mis padres, comenzaron a negar mi existencia- Lolito se sentó junto al psicólogo - estoy completamente solo.

Y por Millonésima vez en la madrugada Auron suspiró.
Quizás solo estaba pensado demás.
Quizás por cosas y fuerzas que no llegaba a creer que existan tuvo que perder su casa, trabajo, familia, amigos y dinero.
Casi sonaba surrealista pero quien sabe todo puede pasar en este mundo irreal.

- Lolito - el nombrado regresó a ver al castaño - ¿Qué tan rápido puedes conseguir trabajo?.

- Pues no sé, en dos creo - dijo el pelinaranja con una sonrisa.

Tener a un extraño con la fama de ser alguien medio loco, con actitudes excéntricas y ligeramente psicópatas en su casa sonaba mal, bastante mal, pero hombre le debía un favor por acompañarlo todas esas madrugadas donde sentía que se volvía loco. Además, cuando pierdes a alguien la mejor opción es no estar solo.
Raúl no podía apoyarse en sus amigos siempre, sentía que se metía innecesariamente en sus vidas, Rubén y Samuel eran una pareja que disfrutaba mucho el tiempo con amigos pero lo disfrutaban más cuando lo pasaban solos, Guillermo tenía a su esposa y a su futura hija ocupando su vida y David era David, su vida como policía ocupaba bastante de su tiempo; sabía que podía contar con ellos pero no quería causar molestias, en cambio Lolito estaba solo y quizás pasar más tiempo con él iba a mejorar y reparar su cordura.

- Sr. Fernández ya que le debo un favor- pronunciaba el castaño con una sonrisa - durante esos dos meses le voy a dar un hogar temporal.

- Nunca imaginé que serias alguien tan sentimental Raúl - el ojiverde no despegaba su mirada de los ojos del castaño - y si, acepto su propuesta.

- Sólo no olvides de pagar tus consultas cuando ya tengas trabajo.

Y así fue como Manuel Fernández comenzó a vivir con el psicólogo.