Psicólogo [Luzuplay/Loliplay]

3. Extrañamente Agradable

Era muy temprano en la mañana. El castaño no esperaba ver a su paciente hasta dentro de unas cuatro largas horas

Sentado ahí en su despacho, Raúl pensaba en lo ultimo que dijo el pelinaranja: "procura preguntar como se debe" ¿A qué se refería? ¿Qué había hecho mal? Su protocolo era impecable, cada persona que había cruzado por esa puerta había soltado lo que necesitaba para cerrar el caso que tenia en las manos, pero ¿Qué era diferente ahora? .
Su mente repetía sus palabras una y otra vez, buscando entre ellas el supuesto error.

Frustrado decidió cerrar sus ojos siendo arrullado por la cálida brisa de la primavera, y, en medio de toda esa paz surgió un recuerdo.

- No crees que eres muy...- la chica de cabello negro como la noche hablaba sin mirar al psicólogo - no se como decirlo sin herir tu gran ego.

- ¿sin tacto? ¿metódico? ¿Brusco? - Raúl hacia lo mismo que su acompañante.

- Exactamente todo eso - Mónica sonrió sutilmente para Raúl - No siempre va a funcionar esa estrategia, va a llegar alguien que se va a negar a soltar la "sopa" gracias a tu actitud, puerco.

Auron solo soltó una ruidosa carcajada, realmente amaba a su esposa.

- Tomaré eso en cuenta cuando sea necesario - Y con dulzura el castaño besó la frente de su esposa - Gracias Mónica.

Tras ese agridulce recuerdo entendió lo que quería decir su paciente.

Ya con la nueva estrategia preparada fue en busca de sus notas, dentro de esas historias debía estar la clave.

Segundos después de volver a su asiento Lolito cruzó el umbral.

- Vaya - El ojiverde se apoyó en el marco de la puerta - ¿vives aquí o que se supone que haces tan temprano en este agujero?.

- Buenos días Manuel Fernández - Raúl miró fijamente al chico - creo que ayer emprzamos con el pie izquierdo, y no, no vivo aquí, solo me gusta venir a apreciar el amanecer, desde este despacho se ve magnífico.

El pelinaranja solo se sentó con una media sonrisa.

- Y dime ¿un apodo con el que te identifiques? - Auron miraba minuciosamente cada movimiento de Lolito, para ver si algo había cambiado.

- Veo que recibió bien mi consejo- el ojiverde solo miró al techo - mis amigos me llamaban Lolito.

- Bien lolito - Raúl de entre sus hojas buscó una en blanco - háblame de lo que quiera hablarme de usted, de dónde es, su primer amor, me interesa todo lo que pueda contarme.

- Pues, Sergio fue mi primer amor, soy de Málaga, y generalmente no me gusta presumir de esto pero siempre dijeron que cojo como los dioses - la risa de Lolito resonó por todo el despacho.

- De seguro si - Auron le regaló una sonrisa al chico frente a él.

Aquella sesión, para Raúl, fue una de las más extrañas y agradables que había tenido en años.