Psicólogo [Luzuplay/Loliplay]

12. Bajo la mirada de todos

Bajo la mirada de todos Manuel Fernández era un chico joven y manipulable.

Bajo la mirada de todos el era un chico excepcional, alguien intachable y por sobre todo alguien excelso. Pero dentro de tanta perfección había un chico excéntrico, perdido y vacío.

Un día 15 de Agosto conoció a Sergio.
A su mirar Sergio era tan similar a él pero con la única diferencia de que aquel chico podía opinar con libertad lo que quería y que no hacer.
Aquella valentía hacía que sus ojos verdes no lo perdieran de vista.

Y como era de esperarse Sergio fue el primero en acercarse.
Mantuvieron una linda relación en secreto, así que bajo la mirada de todos ellos seguían siendo un par de jóvenes prodigio.

Pero una noche lluviosa fue el fin de todo.

Frente a la cafetería donde se suponía que se iban a encontrar, vio a Mangel golpeando a Sergio. Todo cambió ese día, sus piernas no podían moverse e impedían poder ir a ayudarlo.

Esa noche algo dentro de Lolito cambió, gracias a Sergio supo que había alguien más tras lo ocurrido.

A los pocos meses el chico murió por la mala atención que recibió en el hospital, cosa que no fue un accidente.

Tras eso Lolito buscó venganza.

Mangel fue el primero en caer, con su carisma logró enamorarlo, buscó día tras día los puntos débiles de la policía y de la casa en donde vivían.
Dos años después por fin pido ver arder al primer bastardo.

Pasaron varios años y no pudo encontrar al otro, buscó y buscó pero no lo encontró. Una noche en un bar de la ciudad encontró algo mejor, encontró al hijo de ese desgraciado. Después de un tiempo buscando encontró un punto muerto en la ciudad y cuando se dio la oportunidad con sus manos arrancó órgano por órgano de Raulito. Aquel cuerpo vacío lo tiró en un basurero del callejón.

Aquellos dos chicos fueron sólo el inicio del camino de sangre que iba a recorrer el ojiverde. Hombres y mujeres morían bajo su mano y nadie sospechaba.
Él tan solo era un amante más.

Pero cierto día, fumando en la habitación de un hotel a las afueras de la ciudad, confundió a un psicólogo que apareció en una entrevista con Sergio.

Tardó un buen tiempo en decidirse en ir o no, tiempo en el que dejó sus manos limpias.

Cuando estuvo frente al hombre se sintió decepcionado porque a primera instancia lo que vio en el psicólogo era solo una ilusión.
Pero momentos después encontró la perspicacia que Sergio poseía y lo volvió a ver.

En ese momento su mente retorcida tomó esto como que su amor estaba vivo.

Ahora alguien más le quería quitar la felicidad.
Aquel chico que no conocía se estaba metiendo en su camino.