Capítulo 8. Mami Luzu llegó.

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Como siempre los invito a leer mis demás trabajos, y a comentar siendo respetuosos.

Disfrútenlo

YYY

Capítulo 8. Mami Luzu llegó.

Rubén se quedó flotando en una nube llena de postres y sonrisas perfectas rodeadas de aquella barba tan espectacular. Sin poder evitarlo, comenzó a mover su cabeza de un lado a otro, en un intento de disipar esas emociones estúpidas que debía de enterrar a como diese lugar.

Solo el amargo recuerdo de ese par de gafas le traía momentos tan dolorosos que estaba tan destruido con el respecto del tema, que se juró a sí mismo no permitirse caer de nuevo en esos encantos ¡Además de que por muy guapo que fuese ese doctor no iba a ceder! Ellos eran acérrimos rivales, no más, no menos.

─ ¡Doctor Auron!

La voz de su querida niña lo sacó de sus pensamientos, para girarse y encontrarse en la entrada a su estúpido amigo el siempre inoportuno psicólogo Álvarez.

─ ¡Hola mi querida Nieves! ¿Cómo te está tratando el calvo?

Ella soltó una risita, al tiempo que Raúl miraba dentro de la habitación como buscando algo. De lo que se dio cuenta ella rápidamente.

─ ¿Qué busca doctor?

─ Pues al novio de Rubius

Ante este comentario la chica ojiazul hizo una mirada cargada de un significado muy fuerte que le causó gracia al psicólogo.

─ El doctor De Luque ya se fue, no tiene mucho.

A lo que el burlón hombre de bata hizo un gesto con la mirada, que definitivamente incomodó a Rubén.

─ ¿Ya se comieron el morro?

─ ¡Jódete cabrón!

Gritó el de cabello castaño claro, totalmente ruborizado.

─ ¿Por qué nadie me había dicho que Rabis tiene novio?

Fue la queja de Luzu, quien se suponía que se escondía para que lo anunciaran adecuadamente e hiciera una entrada triunfal. Solamente que su curiosidad ante el tema que estaban hablando le causó tal impresión que no pudo simplemente no salir para hablar con los ahí presentes sobre el tema.

Dejando gratamente sorprendidos a ambos.

─ ¡Luzu!

Gritaron ambos y le estiraron las manos para indicar que querían un abrazo para saludarlo. Sobre todo Nieves, a Rubén lo veía mínimo una vez a la semana pero a Nieves; ciertamente pasaban meses entre una visita y otra, aunque si la llamaba a diario. No dudó en sonreír para meterse en el medio de los dos para que los dos pudiesen abrazarlo al mismo tiempo.

Auron solamente sonrió.

─ Que guay que se quieran tanto.

─ Ahora que caigo en cuenta de que no sé qué demonios haces aquí

Dijo acusador Rubius a lo que Luzu le dio un golpecito en la cabeza al tiempo que el psicólogo solo se alzaba de hombros, como restándole importancia.

─ Vine a acompañar a este muchacho guapo de aquí

Señaló sin vergüenza a Borja, logrando que los otros tres presentes se pusieran rojos pero dos de ellos sonrieran coquetos.

─ ¿Le quieres comer el morro?

Fue la pregunta descarada de Doblas al tiempo que Auron le devolvió la mirada desafiante a ese repostero.

─ Tanto como Samuel y tú entre ustedes.

Si bien Raúl no se sonrojó, Rubén sí.

─ ¡Yo no le quiero comer el morro a ese idiota!

─ Aja, tus mejillas rojas dicen otra cosa.

Tras esto, le picó las mejillas a Rubén quien le apartó la mano de un manotazo. Álvarez estaba riéndose fuertemente. Era fácil ganarle a Rubén.

─ ¿Podrían por favor contarme quien es ese tal Samuel?

Ante esta pregunta, aunque Rubén les amenazó, intentó callarlos, les gritó e hizo berrinche; no pudo evitar que tanto como Raúl y Nieves le contasen con lujo de detalles la relación de Samuel con Rubén; incluso Raúl le mostró fotografías del doctor ausente, para mostrarle quien era y Doblas se puso de colores, pues eligió unas fotografías de esas que causaban infartos porque eran del día que el grupo de amigos de Samuel y Auron, se fueron a una piscina. Lo que sin duda alguna hizo reír a los otros tres presentes, pues su atracción era demasiado obvia. Por más que lo negase. En lo que le platicaban las cosas, Borja se dispuso a darle a la querida Nieves una manzana picada acompañada de un bote de crema de maní para que pudiese comerse los pedacitos de manzana ahí, igualmente le dio un palillo a todos los presentes, para que todos comieran de la fruta al tiempo que seguían en su conversación.

─ En conclusión: Los dos se atraen.

Fue lo que dijo Luzu cuando comprendió todo la información que le habían lanzado.

─ Se gustan mucho, sip.

Esa fue Nieves, ilusionada.

─ Yo vivo con el miedo de que esa tensión sexual explote y Samuel se lo folle a mitad de un pasillo.

Fue el comentario "causal" de Auron al tiempo que ambos Doblas y Borja volvían a sonrojarse.

─ ¡Jódete, calvo!

─ Yo voy a joderme, pero a este bombón de aquí.

Dijo señalando a Luzu de nuevo, quien de nuevo se puso tan rojo que podría competir con la manzana, le dio un golpe en pecho al tiempo que se reía.

─ De verdad ustedes deberían de comportarse, estamos en un hospital y no hacen más que hacer destrozos ¡No son los únicos pacientes aquí! No causen molestias, sobre todo tú Rabis.

Rubius hizo un puchero de niño regañado pero no siguió diciendo nada más, y los otros 2 se quedaron un rato a conversar entre todos. Si bien a Nieves le aliviaba el corazón ver a sus amigos iniciar posibles relaciones, eso le causaba esas horribles molestias que le indicaban que en la noche, volvería a sufrir una recaída. Por eso, se obligó a si misma de gozar de estos momentos cuanto más pudiera.

YYY

¿Qué tal si es una noche especialmente fuerte? Lo comenzaremos a saber en el próximo capítulo 9. En mis sueños 

Las flores bajo la nieve [Rubegetta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora