La decisión

Capitulo 1

***Alexa Castillo***

Me levanté muy temprano para poder llegar a tiempo a la cita que tenía en unas horas o más bien para cumplir con el encargo que mi padre me había asignado.

Me di una ducha rápida y me maquillé, busqué entre mi ropa y opté por vestirme con un pantalón de vestir negro y una blusa manga larga de color blanco, lo único que deseaba era no mancharla con la mugre sangre de aquel individuo con el que arreglaría cuentas.

Si, sangre...así se maneja esto en mi familia o más bien...en la organización de los Fermatta.

Soy Alexa Castillo Doblás tengo 24 años y soy la hija Menor de Megan Doblás Martínez y José Castillo León que es la cabeza de la organización más grande en gran parte de los estados unidos, especialmente en New York, nuestra gran organización es conocida como los Fermatta.

Siempre tenemos mucho cuidado en este tipo de citas ya que eso es lo que ha caracterizado a esta organización, que somos como los fantasmas...Muchos hablan de nosotros pero nadie nos ha visto, a excepción de nuestros trabajadores y socios.

Mi hermano mayor es Derek y tiene 27 años, le sigue Elí con 26 y como ya dije yo soy la menor con 24 años aunque no debería ser así, yo debería tener una hermana menor con 22 años, pero por culpa de esos infelices mi hermanita está muerta, por  los Tekimù ella no está conmigo y desde que eso pasó he jurado que mataré a toda la familia de esa organización.

-Alexa... ¡Alexa!-gritó Derek sacándome de mis pensamientos de odio

-¿Qué quieres?-contesté de mal humor

-¿Tan temprano enojada? Es imposible Alexa-rodeé los ojos- Da igual ¿estás lista? Es hora de irnos

-¿Dónde está papá? Hay que avisarle que ya vamos

-Nosotros ya le avisamos, está en su oficina, ve a avisar, Elí y yo te esperamos en el auto

-De acuerdo, en un minuto los alcanzo

Toqué tres veces la puerta de la oficina de mi padre con los nudillos y cuando escuché "pase" abrí la puerta y allí estaba mi madre también.

Ellos eran una pareja única, me encantaban, las facciones de mi padre eran algo duras y las de mi madre todo lo contrario, pero por esas facciones era más fácil hacer nuestro trabajo ya que nadie sospecharía de una "inocente" mujer.

Mi madre tenía cabello castaño claro y lacio, ojos azules con un pequeño toque de verde, era alta, labios "carnosos" como dice mi padre y una sonrisa encantadora.

En cambio mi padre era unos centímetros más alto que mamá, cabello castaño oscuro, era encantador, al contrario de mi madre, él tenía ojos marrones, pero tenía unas hermosas pestañas que hacían sus ojos encantadores.

 -Ya nos vamos-dije fría en cuanto estuve dentro

-De acuerdo, confío en ti-dijo mi padre

-Cuídate mucha hija, por favor-me dijo mi madre con angustia

A pesar de que ella estaba metida en esto también, siempre que mi padre nos dejaba algún trabajo ella se angustiaba y era entendible después de haber perdido ya a una hija precisamente por esto.

-Descuida, estaré bien-me acerqué y le di un beso en la mejilla

-José ¿Por qué no le diste este encargo solo a los chicos? Pueden defenderse mejor-dijo mi madre y yo alcé una ceja