Nuestro Lugar

Capítulo 15: El inicio del viaje

 Nos reímos hasta que nos dolió el estomago. Cinco adolescentes metidos en un armario de la limpieza, algo que jamás imagine que me pasaría, mucho menos era algo a lo que mis amigos estuvieran acostumbrados, generalmente sus salidas eran seguras y controladas, había sido solo una divertida eventualidad. Me limpié una última lágrima de la mejilla antes de poder guardar silencio, podía percibir el aroma del perfume de Ness cerca de mí, ella seguía riéndose.

-Creo que ya no hay nadie –dijo Nick cuando se recuperó-. ¿Nos arriesgamos?

-Si no lo hacemos jamás saldremos de aquí –dijo Derek, escuchamos a Nick intentar abrir la puerta.

-Nick, vamos –pidió Joe-. Hace calor.

-No abre –dijo Nick, escuchamos el forcejeo pero la puerta no cedía.

-Genial –dijo Ness–. Estamos atrapados en el armario de la limpieza.

Nos dio otro ataque de risa y después nos dimos cuenta que no íbamos a salir pronto de ahí.

-¿Qué hacemos? –preguntó mi hermano.

-¿Gritar? –propuse, había un cierto equilibrio entre las risas y los gritos, pues a pesar de estar atrapados en el armario la situación nos parecía de lo más cómica.

-Silencio –dijo Nick–. Creo que viene alguien –nos acercamos lo más posible a la puerta y escuchamos unos pasos.

-¡¿Hola?! –gritó Kevin.

-¡¿Puede ayudarnos?! –preguntó Ness.

-¡¿Hola?! –repitió Nick–. Creo que no escuchó...

Uno de los vigilantes abrió la puerta y todos salimos a presión, el hombre se hizo a un lado cuando vio que no teníamos control, Kevin y Nick estaban hasta abajo.

-Lo lamento –dije entre risas y apoyándome en la espalda de Derek para levantarme.

-Nos persiguieron y nos tuvimos que esconder –explicó Joe ayudando a Ness a ponerse de pie.

-Ah, ya veo... Los Jonas Brothers –el sujeto ayudó a Nick y a Kevin a ponerse de pie-. ¿Cuánto llevan ahí?

-No lo sabemos –respondió Ness–. Como unos veinte minutos, tal vez más.

-Esa puerta siempre da problemas –dijo entre risas–. Ahora veo que la chica no mentía cuando dijo que andaban por aquí

-¿Podría decirnos si hay alguna otra salida? –pidió Nick.

-Hay una puerta por acá atrás, puedo llevarlos.

-Muchas gracias –dijimos.

Y entonces seguimos al hombretón por los pasillos y hasta la salida trasera, le dimos las gracias por habernos sacado del armario. Decidimos que lo mejor era que Derek fuera por la camioneta porque nosotros éramos el blanco, además estábamos algo lejos, no tardó ni diez minutos en volver por nosotros. Visitamos unas cuantas tiendas más, pero ahora teníamos a seguridad con nosotros. Terminamos las compras cerca de las seis, exhaustos pero contentos, volvimos al hotel para arreglarnos, además teníamos que ensayar un poco.

Denise subió a buscarnos y nos dijo que Jeremy había enviado una limosina para nosotros, ¿quién regala una limosina? También nos dijo que ella y los muchachos irían en otra, así que bajamos y no los vimos, la limosina era de color negro y nos llevó hasta la puerta del edificio donde seria la fiesta, había unos cuantos fotógrafos afuera, detrás de los cordones de terciopelo que cercaban la entrada. ¿De verdad sabían quiénes éramos? Jeremy nos esperaba en la entrada del hotel con una amplia sonrisa, su traje perfecto parecía relucir entre las mágicas luces de la recepción. Nos preguntó por la limo y por la ropa, esperando que todo hubiera sido perfecto y así era, y nos guió hacia la gala.