AIMÉE
Cuando llegas a un sitio nuevo pones muchas expectativas allí, te imaginas la cantidad enorme de cosas hermosas que podrían sucederte, y cómo tu vida podría comenzar a ser mil veces mejor a partir de ese punto.
Llegar el primer día de clases y que un chico hermoso choque contigo derribando tus libros, y al ayudarte a levantarlos sus miradas se encuentren como primer paso a una maravillosa historia de amor.
No, esas cosas no pasan. Con diecisiete años tendría que tenerlo claro ya.
No es mi primer día en un colegio nuevo —voy al mismo desde siempre y todos mis compañeros me caen mal—, es mi primer día en la Academia de Artes Diversificadas "ACARDI", lugar donde pienso formarme artísticamente yendo contra la voluntad de mis padres.
Primera cosa que sale mal: está lloviendo.
No es que la lluvia no me agrade, de hecho, lo hace; es que pasé demasiado tiempo arreglando mi cabello y ahora se ve asqueroso al igual que mi maquillaje.
Segundo problema: no traigo libros.
¿Cómo conoceré al amor de mi vida así?
Camino la última calle que me queda bajo las incesantes gotas de lluvia y me detengo justo en la puerta de la academia.
Este es sin dudas el acto de rebeldía más grande que he cometido en mi vida, y algo me dice que no será el único.
"Pelea por tus sueños Aimée, nadie va a cumplirlos por ti", fue la respuesta de mi abuela cuando le dije que cantar frente a miles de personas era mi sueño frustrado.
Catalogar un sueño como "frustrado" a los diecisiete años es condenarme a mí misma a una vida mediocre e infeliz, así que tomé valor y enfrenté a mis padres, los cuales se negaron rotundamente a que "pierda mi tiempo con tonterías" con lo mucho que me necesitan en casa, dije que lo haría de igual forma, pero no tengo su apoyo, así que no sé con qué dinero pagaré mis clases de canto.
De todos modos, no me ponen ni la más mínima atención, y sé que mi hermanita está bien mientras mi abuela esté en la casa.
Me resguardo bajo el pequeño alero de la entrada, me quito el abrigo mojado y lo sacudo un poco.
—¿Has visto llover en un día soleado? —pregunta una profunda voz masculina a mis espaldas.
Me volteo para ver a un chico de intensos ojos grises que me observa con curiosidad.
—Sí, pero hoy no es el caso —respondo llevando mis ojos al cielo que está cubierto por completo de un gris tan intenso como el de sus ojos.
—Eso crees tú —afirma rodeándome para atravesar la puerta y dejarme allí, sin respuesta.
Raro, no hay otra palabra para definir a ese chico.
Bueno sí, se me ocurre otra, pero no la usaré.
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Lluvia con sol (Disponible en físico)
Novela JuvenilADVERTENCIA: Esta historia está libre de tabúes, habla sobre el descubrimiento de la sexualidad en todos los sentidos, del amor libre, tiene contenido sexual de todos los géneros y no prestaré atención a comentarios de personas con la mente cerrada...