Capítulo 23: "El canto del cisne"

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Liv no estaba segura de cuánto tiempo más podría fingir que sus músculos no se estaban apagando y que su cabeza no estaba a punto de explotar luego de las varias contusiones que tenía. Estaba haciendo exactamente lo que le dijo a Peter que no haría: embarcarse en una misión suicida. Pero, ¿quién podría culparla? Aquello no se trataba de una simple pelea de diferencias creativas, el destino del Universo como lo conocían estaba en juego. No era momento de ponerse a reevaluar sus actitudes.

Su primer instinto fue buscar a Bucky con la mirada, asegurarse de que estuviera a salvo, que aún estuviera vivo. Todo estaba sucediendo demasiado rápido, Thanos arrasaba con cualquiera que se pusiera delante de él. Bucky apareció en su campo de visión, un arma entre sus manos y decidido a detener al titán con un par de balas que rebotaban de su piel como si estuviera hecha de vibranium. Hablando de misiones suicidas, Thanos se deshizo de él como si se tratara de una mosca molesta, sin siquiera esforzarse en lo más mínimo. Bucky colapsó contra un árbol y se desplomó en el suelo, inconsciente.

Liv tomó carrera para ir tras él, asegurarse de que estuviera bien, pero unas fuertes manos alrededor de su brazo le impidieron continuar con su cometido. Volteó para encontrarse a Steve, observándola con una mirada perdida y tratando de descifrar algo de información en los pocos milisegundos que la muchacha le sostuvo la mirada, pero Liv estaba demasiado abrumada como para poder dar un indicio coherente.

—Protege a Vision —gritó por sobre el sonido de balas y explosiones. Su voz se escuchaba agitada y Liv tuvo el presentimiento de que no estaba tan bien como aparentaba—. Yo trataré de detenerlo lo más que pueda.

Steve tenía razón, la batalla aún no terminaba y estaba decidida a hacer todo lo posible para ganar. Asintió en dirección del rubio y avanzó a grandes zancadas hacia donde Wanda continuaba tratando de destruir la gema en la cabeza de Vision. Plantó sus pies frente a ellos, observando como Steve detenía el puño de Thanos con sus propias manos. Liv no sabía qué clase de agua les daban en los cuarenta, pero definitivamente los habían hecho bien estúpidos.

Bueno, ¿quién era ella para hablar?

—En serio eres una molestia, ¿verdad? —la voz de Thanos retumbó en su cabeza, dándole un escalofrío.

Con Steve retorciéndose en la tierra a un par de metros, comenzaba a dudar su plan de ponerla a ella -cuatro costillas rotas y varias hemorragias internas- como la primera línea de defensa. El brillo que emanaba de las palmas de las manos de Wanda empezaba a cegarla, ¿o acaso era la luz al final del camino? Si alguien iba a matarla, que lo hiciera rápido. Al menos así cesaría el pitido en su cabeza.

Se lanzó al ataque sin pensarlo dos veces. Huh, tal vez si dejara de ser tan impulsiva tendría una chance... ¿A quién trataba de engañar? No podría ganarle una pulseada a un niño de seis años en ese momento, mucho menos vencer a Thanos. Lo mejor que podría hacer era usar lo poco que quedaba de su energía para darle más tiempo a Wanda. Unos segundos más y la gema de la mente estaría destruida. Tan solo tendría que mantenerse viva hasta entonces. Sencillo, ¿no?

El titán pareció imperturbado por su primer golpe y, para su suerte, pudo evitar que se deshiciera de ella evadiendo su puño. Liv recargó fuerzas una última vez y, sintiendo como sus dedos hormigueaban y bajo el destello purpúrea que su cuerpo emanaba, se abalanzó sobre él. Una pequeña explosión la envió volando a un par de metros, haciéndola rodar por la tierra hasta que sus músculos cedieron. Combatir a puño limpio contra la gema que le había dado su poder era equivalente a enfrentar un gato contra un león. No había que ser un genio para averiguar qué papel jugaba ella en aquella estúpida metáfora.

Se desplomó contra el suelo, vencida. Incluso si quisiera, no tenía una gota de energía en el cuerpo como para levantarse. Del rabillo del ojo observó cómo Wanda tomó la iniciativa de frenar a Thanos, mientras simultáneamente continuaba destruyendo la gema. Quería ayudarla, pero no sabía cómo.

Warzone Heir || Bucky Barnes (Warzone legacy 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora