Warzone Heir || Bucky Barnes (Warzone legacy 3)

Capítulo 7: "Tratado diplomático"

Intentó librarse de esas molestas esposas por los veinte minutos que le llevó el viaje escoltado a donde fuera que la estuvieran llevando pero, por primera vez en su vida, el material era demasiado fuerte incluso para ella. No podía zafarse. Además, comenzaba a arrepentirse de no haberse calzado unos jeans antes de abandonar Folkvangr. Soltó un bufido de hastío justo en el momento en que las edificaciones de Wakanda se dejaban ver.

Está bien, había prejuzgado el lugar y había pecado de estereotipadora, pero no se había imaginado tal nivel de lujo cuando le mencionaron una monarquía hereditaria en el medio de África. Y mucho menos aquella cantidad de avance tecnológico. Wakanda tenía capacidad para convertirse en una de las más grandes potencias mundiales, hasta ella podía notarlo.

El grupo de guardias se encargó de escoltarla hasta la puerta del edificio más ostentoso, el palacio del rey, según lo que Liv pudo aventurar. Allí, un grupo de mujeres con la cabeza rapada, lanzas y cara de pocos amigos la recibieron, dos la tomaron de los brazos y llevaron a través de los pasillos del palacio. Liv se sintió tan intimidada por las miradas que aquellas guerreras le dirigian que prefirió no emitir palabra. Si tenía que elegir, decidía no ser apuñalada en su primer día de vuelta en la Tierra.

Finalmente, al llegar a una puerta de doble hoja, una de las guerreraÇ:s se adelantó y entró para, segundos más tarde, permitirle la entrada a la habitación. Tal vez fuera el hecho de que venía del castillo de su madre, de la vida de palacio más lujosa, o quizás su cambio de actitud frente a la vida en general, pero no tenía deseo de pelear, sino que se encontraba ofendida. Wakanda tenía que trabajar en sus relaciones públicas porque si esposaban a cada turista que llegara, irían rápidamente a la quiebra.

Okay, tal vez esa altanería fuera un método de defensa ante la perspectiva de tener que volver a ver a Bucky. No lo negaría, estaba nerviosa al respecto y ni siquiera sabía qué posicionamiento tomaría. Sería una sorpresa para ambos allí.

—El rey la recibirá ahora —gruñó la mujer que había entrado, cediéndole el paso, pero vigilándola de cerca.

Liv solo le asintió con la cabeza, reprimiendo una sonrisa para congraciar. Demasiado mal la estaban tratando como para que ademas quisiera agradar.

Se encontró a T'Challa nada más entrar en la habitación, sentado en un trono sobrio rodeado de sillones vacíos. Estaba solo.

—Liv Montgomery —la miró de pies a cabeza y frunció levemente el ceño por la confusión al tiempo que se ponía de pie y se acercaba.

—T'Challa, ¿cómo te encuentras? —si podía tutear al Thor, el dios asgardiano y a Tony, el multimillonario más conocido de América, podía tutear al rey de Wakanda— Mejor que yo, supongo —hizo sonar las esposas a su espalda, para luego enarcar ambas cejas.

—¿Cómo fue que terminaste en Wakanda? Te han estado buscando, desapareciste —con un gesto de su mano ordenó que liberaran las de la joven, quien agradeció la nueva comodidad frotando sus muñecas.

—¿La historia larga o la corta? —se encontraba algo reacia a conversar con él como si fueran cercanos o algo parecido. En su defensa, la última vez que había visto al tipo, él estaba intentando matar a su novio. Y la última vez que había oído de él, lo estaba ayudando a irse a criogenia sin previa conversación con Liv. Podía definir la relación como áspera— Fuí a visitar a mi madre a su reino y cuando volví no tuvo mejor idea que lanzarme aquí. Oh, por cierto, necesito mi espada de vuelta, fue un regalo —sonrió levemente, dirigiendo una mirada a las guerreras, ahora quietas como estatuas y vigilando cada movimiento.

—Eres hija de una reina entonces —ante el asentimiento de T'Challa, una de las guerreras le extendió la espada a Liv de forma recelosa. Ella rápidamente se colocó el brazalete en su muñeca—. Supongo que eso explica el atuendo —el rey sonrió a su vez— ¿Se puede saber cuál es su reino?