Our life together

Rejected

"I don't know why I drown my mind in everything they said..."

Apenas había amanecido, pudo saberlo con solo mirar hacia la tenue luz que entraba por la ventana de un tono anaranjado. No quería levantarse, pero esa mañana era su primer entrenamiento con los otros cuatro aprendices jóvenes que habían en la orden además de él, no podía decepcionar a su maestro, ya se lo había prometido. Apartó las sábanas que le cubrían para sentarse sobre la colcha, mirando a su alrededor algo desorientado todavía, pero se puso de pie y se vistió con la camisa de malla negra, junto con su traje de tonos grises que le caracterizaba como un ninja, aunque todavía no era uno oficialmente. Era una habitación nueva, una vida nueva, así que no tenía muchas cosas todavía, pero era un espacio que Zed preparó especialmente para él y le hacía feliz tenerlo.

La puerta corrediza de su cuarto se abrió de par en par, encontrándose con su maestro ya preparado con un simple traje de entrenamiento similar al suyo, sin su máscara esta vez.

ㅡVeo que ya estás despierto. Pensé que tendría que levantarte yo mismo. ㅡKayn no respondió, solo se acercó al espejo que tenía en su cuarto y vio atentamente su reflejo, sin poder creer realmente que era ese chico que le observaba. Hace unos días era un simple asesino sin nada, abandonado a su suerte, pero ahora sentía que pertenecía a un lugar. No se percató de la presencia de Zed a sus espaldas hasta que vio que se reflejaba también, mirándolo con atención unos segundos hasta que posó su mano en su cabello negro y lo despeinó un poco. ㅡNunca te lo pregunté, pero... ¿Te cortaste el cabello tú mismo? ㅡ

ㅡ¿Qué importa eso, maestro? ㅡ

ㅡEntonces no fuiste tú. ㅡEl chico gruñó por lo bajo, ¿Cómo era posible que ese hombre pudiese leerlo incluso sin decir nada o dar pistas? Efectivamente él no se había cortado el cabello, fue su capitán al mando en Noxus el que con una espada iba por cada uno de los niños para hacerlo con sus propias manos. Decía que era más fácil ocultarse y pelear si lo llevaban corto, pero en realidad iban a venderlo, después de todo unos niños muertos no iban a necesitarlo.

ㅡNo fui yo... ㅡConfirmó en voz baja, y Zed no quiso preguntar más, porque estaba imaginándose ya un motivo no muy lejano al real y le resultaba muy desagradable.

ㅡBueno, ya crecerá de nuevo. Vamos, tus hermanos ya deben estar esperándonos. ㅡUna suave palmada en su cabeza fue suficiente para motivar a seguirlo, tenía que tratar de olvidar todo lo que había sucedido o le atormentaría por siempre.

El patio de entrenamientos se le hizo muy familiar y trajo recuerdos a su mente. Tenían varios objetivos de práctica, armas y cuatro niños de edades similares a la suya reían reunidos en un pequeño grupo. Zed le había dicho que los niños practicaban más temprano para que después tuvieran tiempo libre para jugar mientras los adultos entrenaban, cosa que a Kayn se le hacía de lo más extraña. En Noxus no tenían tiempo para nada más que apuñalarse entre ellos con las espadas, lanzas y demases, así que la idea de jugar o compartir con otros era algo muy nuevo. Varias veces vio a niños morir en sus entrenamientos, y los simples destellos de imágenes le hicieron dar un paso atrás, cosa de la que Zed se percató al instante.

ㅡ¿Qué tienes? ㅡPreguntó a un Kayn que se ocultaba literalmente detrás de él y bajaba la cabeza. Parecía un conejillo asustado.

ㅡ¿Va a quedarse conmigo? ㅡEl mayor no se explicaba su actuar, pero estaba más o menos especulando un motivo en su mente.

ㅡAquí no es como el lugar de donde vienes. Ellos serán como tu familia, así que no debes tener miedo. Estaré aquí para enseñarles a todos. ㅡCon eso parecía haberse tranquilizado, o eso dio a entender con su suave asentimiento, así que le dio un pequeño empujón con su mano por la espalda para que saliera al patio junto a él.