CAPÍTULO IX - El que a Palo Mata a Hierro Muere - Parte II

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JANE

A eso de las 9 o 10 de la noche me encontraba caminando en el bosque, buscando cualquier pista que vinculara a la niña con el señor Manson, para poder inculparlo por lo que había hecho, con Josh a mi lado y los compañeros del grupo rondando, eso era lo que debía hacer.

Después de las palabras de mi madre, el mensaje de Josh, las escrituras, solo tenía en mente una cosa, ~ La paga del pecado es la muerte ~. Así que sin pensarlo dos veces, me vestí y salí a patrullar.

Para comenzar con la búsqueda de las evidencias le pedí a Josh que me llevara al lugar donde fue encontrada la niña. Antes de llegar me preparé mentalmente para lo que mi cerebro podría sufrir en ese momento.

Saqué mi celular y coloqué la cámara, ésta en vez de abrirse de la manera normal me mostró la última  foto que había tomado, la cual se trataba del interior del bolso se Thomas, con las cosas robadas, entonces tuve una revelación, ~ El Don ~. El curso anterior había tomado el número de Manuel para una tarea grupal, de inmediato le envié la foto de su rosario metido en el bolso de Thomas, junto con otras fotos que lo mostraban a él junto al mismo.

Llegamos al sitio, pero no encontré nada en el lugar ni camino al mismo, decepcionada, frustrada decidí volver, solo había venido por una razón así que ya me iba. De regreso tomé la calle donde Thomas vivía, pero antes estaba la casa de Ramsey, la camarera.

Josh esta vez no me acompañaba, pues el seguiría con el patrullaje hasta media noche como debía ser, cruce la calle y a unas cuantas casas divise una ambulancia, mi cuerpo se tensó en seguida y aceleré el paso hacia esa dirección, al parecer se dirigía a casa de Ramsey, por alguna razón eso hizo que corriera. Al llegar al sitio sentí demasiado temor, vi los paramédicos sacando a una mujer en la camilla a toda velocidad para introducirla en la ambulancia, mi corazón dio un salto al darme cuenta que era ella, era Ramsey, bañada en sangre, su sangre, no podía creer lo que estaba viendo, mejor dicho, si podía.

Escuché un motor encenderse con rudeza, al dirigir la mirada más allá de ambulancia pude ver a un sujeto en una moto que se alejaba con mucha rapidez, conocía esa moto, la vi muy de cerca noches antes, era Thomas.

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MANUEL

Ya era hora de terminar el entrenamiento de los chicos varios era muy jóvenes y no quería que regresaran tan tarde, mucho menos con los eventos recientes, mientras me preparaba para cerrar el edificio recibí un mensaje de esa chica rara Jane, eran unos fotos, lo cual me pareció aun más extraño, lo abrí y quedé perplejo con lo que vi allí.

Tomé asiento junto a las pesas para poder asimilarlo todo, Thomas había robado mi tesoro, era el último regalo de mi vieja y él lo sabía, sabía lo importante que era ese rosario para mi, sabía el significado que tenía. Mi estómago comenzó a arder y mis manos se sentían calientes, un hormigueo recorrió mi espalda hasta llegar a mis piernas, mi vista empezó a nublarse cuando de pronto una voz interrumpió todos mis pensamientos.

— ¡Oye viejo, tengo que confesarte algo muy loco! — Era Thomas.

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ALICE

Llegué a casa después de visitar a mi hermana en el bosque, mis padres peleaban a gritos ~ Como siempre ~ entré sin detenimiento y fui directo a mi habitación, al entrar llamé a Justin, él era el único con quien podía hablar ahora, el único en quien podía confiar ahora, el único a quien mi corazón quería, pero no tanto como a ella. Mi hermana.

ELBOSQUE | #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora