Parker Dawson, más conocido como el baterista de la banda Asterias, tiene una vida envidiada por muchos: dinero, fama, y chicas.
El único problema es que él no está interesado en nada de eso.
Luego de la muerte de su madre, Parker se sumió en su pro...
❝I wish that I was good enough, if only I could wake you up, my love, won't you stay a while?❞
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Repitiendo en mi cabeza las palabras de Pierre, me adentro a mi casa. Intento tragarme todos mis sentimientos para poder tener una conversación civilizada.
-¿Parker?- escucho la voz de Samuel desde la cocina. Se oye desesperado. Supongo que ya debe haberse dado cuenta de que lo sé todo, pues el mundo entero lo hace.
Merezco ser feliz, y pase lo que pase hoy aquí, el lastimado no seré yo. No otra vez.
No respondo al muchacho que amo porque no sé qué decir. No sé cómo actuar. ¿Furioso? ¿Indiferente? ¿Lastimado?
El castaño aparece de pie junto a mí y lo observo procurando mantener una expresión fría.
-Déjame explicarte, por favor. -Me ruega al borde del llanto, con sus ojos cristalizados.
-Okay, -me encojo de hombros, actitud que parece tomarlo por sorpresa. Tal vez pensó que le gritaría, que lo echaría de mi casa. Pero como decidí anteriormente, esto será una conversación en la que actuaremos como los adultos que somos.
Camino al living y tomo asiento en uno de mis sillones, asegurándome de estar cómodo. -Te escucho.
Samuel se sienta frente a mí, aún confundido, y me observa con el entrecejo fruncido como si no pudiera creer que a quien tiene frente a él es la misma persona que le dijo que lo amaba la noche anterior.
-Ehm... tú sabes que yo haría lo que fuera por mi padre. -Asiento. -Él es el dueño de la compañía, ya sabes, E-MAGAZINE. Últimamente nuestros ingresos estaban descendiendo en picada y necesitábamos urgentemente una noticia que lo revolucionara absolutamente todo. Yo amo la fotografía, sobre aquello jamás te mentí, pero en realidad me dedico al periodismo...
Ruedo los ojos sin poder evitarlo y luego fijo la mirada en sus ojos nuevamente. Increíble.
-Sabíamos que la noticia tenía que ser sobre ti. Nadie sabía nada sobre tu pasado, y la gente estaba desesperada por el chisme.
-Podrían haberse inventado algo, como hacen todos. -Interrumpo.
-Lo sé, pero necesitábamos más. Necesitábamos imágenes, contenido exclusivo, necesitábamos dinero. Entonces mi padre me escogió a mi especialmente para el trabajo. Debía acercarme a ti, convertirme en tu amigo cercano, y eventualmente lograr que me contaras lo que nadie más sabe. Jamás hubiéramos... jamás hubiera imaginado que...
-¿Qué? ¿Que soy gay? ¿Que iba a terminar enamorándome de un maldito espía, traidor, o lo que mierda se supone que seas?
-Que me enamoraría de ti, Park.
-No me vengas con esas estupideces. -Sentencio, y una lágrima rueda por su mejilla ante mi brusquedad.
-¡No son estupideces! Todo fue real, Parker, todo fue absolutamente real. Cada momento... jamás quise herirte, -su voz se rompe.
-Pero lo hiciste,- admito.
-Lo sé, -baja la mirada. -Lo siento.
-Yo también.
Silencio. Ninguno de los dos habla. Sin embargo tengo millares de preguntas en mi cabeza, y finalmente me decido por hacerlas.
-¿Robaste fotos de mi casa para ese artículo? Estoy bastante seguro de que eso es ilegal.
Samuel cubre su rostro con ambas manos, visiblemente avergonzado. -¡Perdón! Dios mío, lo siento.
-¿Por qué lo hiciste? Tuviste miles de chances para cambiar de opinión, para impedirlo. ¿Tan poco te importo? ¿En qué estabas pensando?
-No estaba pensando, Park. Simplemente vi la foto allí, al fondo de tu armario y...
-No hablo de la foto. Hablo de mi corazón. ¿Por qué lo rompiste?
Él parece quedarse sin palabras y yo solo lo observo atentamente, esperando una respuesta.
Lo amo. Amo su rostro, sus expresiones, su forma de ser y ver el mundo. Él asegura que todo aquello fue real, pero... ¿qué tal si no lo fue? ¿Acaso puedo confiar en él después de esto?
-Créeme que lo último que quería era romper tu corazón. Y si de algo sirve, el mío también está hecho trizas.
-Pero es diferente. El mío ya estaba hecho trizas. Tú te encargaste de armarlo, de juntar sus piezas una por una. ¿Y para qué? ¿Para volverlo a romper?
-Park... -el nudo en su garganta no le permite hablar.
-Todo esto es tu culpa. Tú decidiste arruinarnos, nadie más.
-¡Lo sé! No quería decepcionar a mi padre. Él confiaba en mí, todos lo hacían. Solo... no podía.
-¿Pero sí podías decepcionarme a mí? -pregunto y otra vez se queda callado.
Una vez que sus lágrimas cesan, clava su mirada llena de dolor en la mía. -¿Entonces? ¿Eso es todo, Park? ¿Terminamos?
-Supongo que sí, -trago en seco. -Terminamos.
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