Capitulo 15

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Capítulo 15: Celos

Maratón 1/6

"Yo celosa me creo más películas que Netflix"
Artemisa

Pov Artemisa .

Una semana. Estuve una semana entera metida en ese mugroso hospital, bueno no era tan mugroso pero ya estaba hastiada de que me tratasen como si fuese de porcelana, y en cualquier momento me pudiera quebrar en miles de pedazitos, no soy un puto cristal.

Hades, Hades no hubo ni un día que no se despegara de mi, siempre estuvo pendiente de todo, de cómo me sentía, de que si comía, de que si me inyectaran a la hora, de que no se pasara algún medicamento. Y lo mejor fue cuando me ayudó a traficar 2 mega hamburguesas con una
Coca-Cola de dos litros sinceramente ese chico ya se gano mi amor.

Mañana tenía que volver al instituto pero eso no era todo, la imagen de Sacha en el baño con Hades se repitió en mi mente y sentí como la bilis me llegaba al cuello, y de la nada me enoje.

Me enoje con ese idiota. Es un estupido, me cuido todo estos días en el hospital ¿¡Para que!? ¡Expliquenme!, Claro seguro fue para que se me olvidará lo que le vi haciendo en el baño con Sacha, pero no; a mí no se olvidará eso saben que, que está me la debe y sospecho que me las va ah pagar y bien caro.

Esperen... ¿Porque me siento así? ¿Que esto? ¿Estoy en mis últimas?.

Bueno ya que moriré le dejo todo a mi hámster, ¡Esperen! ¡Yo no tengo un hámster!, Bueno le dejo todo a Bob esponja, si eso mismo se lo dejaré a mi buen amigo Bob esponja.

Ya parezco drogada.

Pero me gusta esta parte de mi, esa que fluye cuando estoy sola, cuando no pienso en nada y mi mente dice incoherencias, no creo que sea la única a la que le halla pasado, es divertido reírse de mis misma idioteces.

Saldría a dar un paseo, era aburrido guardar reposo, además que no puedo ir a ver la mercancía porque de seguro Natasha me mata.

Y no quiero morir en manos de esa loca, desquiciada.

Me pare a revisar mi armario, encontre algo decente un pantalón estilo militar, con un crop top negro junto a unas vans negras y una pañoleta en estilo militar también, me parecía algo decente para ir al parque.

Me vestí y ate mi cabello en una coleta desordenada, no era fan de peinarme, y por último casi se me olvidan los pupilentes grises, salir sin ellos es un completo suicidó. Y yo soy una asesina no una suicida, eso jamás.

Camine por las calles de Seattle mientras observaba a las personas pasar.

Cada una era un mundo distinto, cada una llevaba un verdugo distintos, personas que dicen estar llenas de verdades pero mayormente son mentiras disfrazadas, cada una con un pasado y un demonio que los persigues, tan distintas y a la ves tan parecidas, seres que viven en mundos paralelos creados por sus cerebros, realidades ficticias y mayormente anheladas por las personas para que fuesen realidad y librarse de todo aquello que los atormenta.

Buscan felicidad y a veces las dejan pasar como si cayese del cielo.

Camine como por media hora hasta que encontré un lugar donde vendían comida venezolana, nunca había ido a uno pero si me llamaba la atención, siempre había querido comer una Reina pepiada o unos tumbarranchos .

Entre y la campanilla sonó instantáneamente, observe todo el lugar y era lindo y se veía cómodo, la bandera de Venezuela se encontraba encima del lugar donde se encontraban las cajeras, el piso era de madera y las paredes tenían muchas pizarras con frases o piropos venezolanas una llamó mi atención y me hizo reír.

Hades. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora