Golden Boy [JJK]

~5~

Haewon POV

La ansiedad me estaba matando. Cuando por fin acabó la clase ni siquiera me molesté en esperar por Junhee, salí del colegio prácticamente corriendo. Tenía una hora para estar en casa de Jungkook, así que debía ser rápida. Llegué a mi casa y fui directo a mi cuarto. Comencé a buscar en el desorden que tenía por armario algo decente que ponerme. Mi ropa era sencilla, no era cara ni de marca, pero algo bueno debía tener. No podía presentarme en casa de Jungkook con algo simple. Aun no podía creer que me haya pedido que fuese a su casa.

Por dios, Haewon. ¡No seas ridícula! No ibas a una cita, ibas a hacer un trabajo de la escuela, así que compórtate. Tomé lo más decente que encontré y fui a darme una ducha. Cuando salí miré la hora. 4:30. Tenía tiempo para arreglarme un poco, pero no podía demorar porque el camino no era corto. En el papel que me dio venía su dirección y, para mi sorpresa, él vivía a solo unas cuantas cuadras de mi casa. Aunque esa dirección me resultaba un poco familiar.

Terminé de arreglarme. No parecía precisamente una super modelo pero pienso qu quedé bastante bien, aunque tampoco tenía que arreglarme tanto. No era una cita al fin y al cabo. Volví a mirar mi reloj. Me quedaban 15 minutos. Tomé mi bolsa, salí de mi cuarto y al salir a la sala me llevé una sorpresa.

– ¿Junhee? – miré extrañada a mi mejor amiga, que estaba sentada en el sofá – ¿Qué haces aquí?

– Supongo que lo mismo que vas a hacer tú – se encogió de hombros, pero luego me inspeccionó de arriba a abajo y sonrió – Mírate. Toda arreglada. ¿Vas a casa de Jungkook? – me preguntó alzando las cejas.

Me sonrojé al instante y desvié la mirada solo para encontrar a Jimin que salía de la cocina.

– ¿Cómo que a casa de Jungkook? – preguntó alzando una ceja, divertido.

– Bueno, ustedes no son los únicos que tienen que hacer el trabajo del profesor Kim, ¿no?

– ¿Y solo van a hacer ese trabajo? – me preguntó sonriendo con maldad y Junhee rió.

– No sé a qué te refieres – le dije encogiéndome de hombros. Miré mi reloj – Me tengo que ir. Dile a mamá dónde estoy y que volveré para la cena.

Salí de mi casa y me encaminé a casa de Jungkook. Podía llegar en los 10 minutos que me quedaban. No sé por qué me empeñaba en ser tan puntual. Quizás sea por el hecho de que no lo conocía y quería dar una buena impresión, o porque me parecía demasiado imponente y sentía que debía hacer todo lo que me dijera. Siempre estaba serio y solitario, no parecía muy sociable. Debía ser un chico de carácter, por la seguridad con la que caminaba. Me pregunto de dónde vendrá.

Cuando llegué a su casa si que me sorprendí. Además de hermoso e inteligente, resulta que también era asquerosamente rico. Era la mansión que estaba en venta después de que sus antiguos dueños se fueron de la ciudad. Sabía que me resultaba familiar, por un segundo hasta dudé de si estaba en la casa correcta, pero al volver a revisar la dirección me di cuenta de que no me había equivocado. Ahora me sentía un poco insegura. ¿Y si estaban sus padres? ¿Qué pensarían de mi? Su hijo no llevaba ni dos días en su nuevo instituto y ya aprece una chica en su puerta. ¿Y si él me pedía que subiera a su cuarto?