Vengadores Unidos

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Peter siempre tenía la razón, eso era tan normal que incluso llegaba a fastidiarlo demasiado, el mocoso había acertado en toda su hipótesis de todo lo que le pasaba a Tony, en el momento en el que ese rubio con chamarra negra reveló que un simbionte si se encontraba en el cuerpo de su mejor amigo juraría que casi se desmaya. Un simbionte, un maldito simbionte agregando como combo extra a un Extremis mejorado, si, no tenía ni idea de como iban a salir de eso más con el Capitán que no dejaba de preguntar al rubio (Eddie si no lo recuerda mal) todas las preguntas que le tenía, un interrogatorio innecesario si querían saber su opinión, pero no podía callar al soldado, se miraba muy bien cuando actuaba tan serio.

Miró a Peter que se encontraba sentado en su silla giratoria con la cabeza gacha y sosteniéndola, una pose poco adecuada para un muchacho de tan solo veinte y tantos años, pero lo entendía, a él también le comían los nervios de lo que estaba sucediendo y más aún sabiendo la fragilidad mental que poseía su mejor amigo, si lograban salir de ello iba ser muy difícil recuperar todo lo que Tony había avanzado con las sesiones con la psicóloga.

― Tenemos que salvarlos... ― el leve susurro del menor llamó su atención.

― No sabemos dónde están, niño. Además de que no hay garantía de que Tony no les haya hecho algo ya. ―Dijo firme, debía de ser la razón en ese raro grupo que estaban formando ya que al parecer crear planes suicidas era su objetivo.

El menor soltó un suspiro y sin perder ninguno de los movimientos, Stephen observó como sacaba su celular y comenzó a reproducir fragmentos de videos de vigilancia. Eran de tiempo real cosa que comenzó a interesar a todos los presentes en la sala. A veces el niño nunca dejaba de sorprenderlo.

― Hace un tiempo, quise hacerle una broma a Tony, pero no quería que FRIDAY alertara o algo así que instalé cámaras independientes de cualquier AI de la torre, solo sirve en mi celular, fue algo difícil de programar, pero al final dio resultados... luego olvidé desinstalado, me alegro no haberlo hecho.

No hubo algún comentario, solo observaron las cámaras y como en ellas se podía reflejar a sus compañeros recostados en camillas inmovilizados mientras al frente suyo se elaboraba el suero de Extremis, Tony no se encontraba en ninguna parte del complejo, eso era un punto a favor y uno en contra ya que no podían ver cual sería el siguiente pasó de Ironman. Ahora solo quedaba realizar un plan razonable que no perjudique o llegue a arriesgar la vida de nadie y Stephen tenía la idea perfecta, pero primero tenían que crear el antídoto y que mejores manos que las suyas y las del mocoso.

(...)

Tenía esperanza, sabía que iría por ellos, porque el Capitán jamás los abandonarían, diferente al monstruo que era y siempre sería Tony Stark, no le había gustado su mirada o siquiera escuchar los gritos de Wanda cuando introdujo ese suero en su cuerpo, había sido algo horripilante, pero ahora la pelirroja estaba desmayada o posiblemente muerta, no lo sabía no podía ver de tan lejos, sin embargo, aun tenía la esperanza de que Steve llegara a tiempo, que saliese de algún ducto o por esa misma puerta y la sacara de ese lugar.

Cerró sus ojos cuando el cielo se desgarró por segunda vez por el grito de dolor de Sam, podía ver como se retorcía en aquella mesa mientras el suero iba disminuyendo para desaparecer en su cuerpo para finalmente llegara el silencio avisando que ya había terminado con su compañero. Bucky estaba antes que ella y a pesar de que el super soldado había intentado de todo no había podido escapar, estaba asustado, ya era mucho tiempo desde que había sentido ese sentimiento en todo su cuerpo como su mente trabaja a mil para escapar sentir sus muecas, posiblemente ya fracturadas, por las veces que intentó salir de esas esposas de vibranium.

­ ― Esto se siente tan como en "casa." ― la voz sarcástica de Bucky llamó su atención lo suficiente para dejar de mover aún sus ojos por toda la sala buscando algo. No le había gustado lo que el azabache había dicho, pero debía de admitir que tenía razón. ― Tranquila, Nat, saldremos de esta.

PRUEBA DE AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora