PRUEBA DE AMOR

Pasión y presión

Estaba en una habitación amoblada elegantemente y con paredes adornadas con frases motivadores, aquellas que solo lo ponían más nervioso que otra cosa. Realmente odiaba estar ahí.

― Señor Stark, es bueno verlo de nuevo ― dijo una chica rubia con unos finos lentes y vestida de un delicado vestido que reflejaba su profesionalismo.

― Me temo que el sentimiento no es mutuo... ―respondió Tony mientras se sentaba en aquel sillón de cuero y comenzaba a jugar con sus manos reflejando su nerviosismo.

― No se preocupe, Señor Stark. Así que dígame, ¿Qué tal su día? ― preguntó la psicóloga con una voz suave y tranquila, mientras observaba aquella manía de jugar con sus manos, no pudo evitar pensar que aquel tic se parecía demasiado al de su pareja.

― Bien, he ido a muchas reuniones estos días... ― su respuesta había sido vaga, pero tampoco estaba de humor para decir otra cosa, es mas no sabía porque había hecho la cita.

― Veo que el Señor Parker no lo acompaña, ¿me quiere contar por qué?

El castaño desvió la mirada hacia las ventanas, que reflejaban los edificios de la ciudad con un cielo despejado, dándole a pensar si era el mejor momento para escapar.

― Esta... en clases extras con su profesor... ― susurró como si le doliese pronunciar una palabra más.

― Parece que ese profesor no le gusta, ¿me pude decir por qué? ― la mujer no anotaba nada, solo miraba al castaño con curiosidad y todas sus reacciones queriendo analizar incluso de ser posible sus latidos, claro que al ser una pregunta tan brusca no recibió ninguna respuesta verbal, pero su cuerpo tensando y como sus manos se habían juntado de manera osca, no necesitó mas que eso ― Ya veo... así que estas clases extras que recibe Peter...

― Solo habla de él... de lo genial que es. De lo bueno que es enseñando, de como pudo resolver sus ejercicios más difíciles con su ayuda... su mirada se ilumina cuando habla de él. Y yo... yo hice algo terrible.

la psicóloga lo miró con atención y ahí pudo ver como sus ojos se habían oscurecido.

― ¿Qué hiciste Anthony?

Volvió a desviar la mirada a la puerta con anhelo, sabía lo que iba hacer a continuación así que, a pesar de tratar de evitarlo, no logró que el castaño escapará de su sala, dejándola con miles de pensamientos en su cabeza, aquello lo había confundido demasiado pero no podía decir nada. Esperaría, sabía que tarde o temprano volvería por esa puerta y hablaría, si, esperaría.

(...)

Lo podía sentir, podía sentir como salía y entraba, como sus manos se quedaban impresas en su piel, podía sentir como su voz calaba su mente y como sus dientes sacaban sangre de su cuerpo... estaba siendo devorado, dolía demasiado que sentía las lagrimas en sus ojos... entonces ¿por qué lo disfrutaba?

― Si tan solo se vieras la cara Profesor ... debería de tomarle una foto, muchos pagarían mucho por esa carita de puta que pone.

― C-cállate...

Su mente se estaba fundiendo, sus manos solo podían aferrarse con fuerza a aquella pared, no sabía como había llegado a esa sala, solo que de un momento a otro había tenido a un Wade Wilson estampándole en la pared mientras le rompía toda la ropa... ni siquiera le había preparado.

― Oh~ ¿aun puedes hablar? Entonces eso quiere decir que estoy haciendo mi trabajo mal. ― dijo el rubio con su voz cantarina ―Solo debes decir mi nombre Beck... ―susurró en su oreja para luego morderla sacando un leve jadeo al otro.