Forbidden Love (Dahyun x tú)

#9

Habían pasado unos minutos desde que Dahyun había encontrado a Momo en aquel solitario callejón. La menor solo abrazaba a la japonesa para confortarla mientras la contraria lloraba en su hombro.

Después de unos minutos más, la japonesa por fin se había calmado.

"Momoring..." Dahyun se separó de la mayor para mirarle el rostro y limpiarle las pequeñas lágrimas que rodaban por sus mejillas. "Qué sucedió? Por qué estás aquí sola?"

Dahyun sabía de la historia en donde su líder y su novia se habían peleado, pero no sabía en dónde se había quedado la japonesa a dormir, por lo cual estuvo buscándola por un día entero en el cielo, y al día siguiente en el mundo humano.

Momo no quiso decir nada. Ella se negaba a decirle a Dahyun lo que había pasado o las cosas que había hecho.

"Vamos, Momoring. Cuéntame que sucedió." Dahyun tomó el rostro de la mayor entre sus manos para mirarla fijamente en sus ojos. "Sabes que puedes decirme lo que sea."

Sin embargo, Momo aún se negaba rotundamente a decirlo.

Dahyun suspiró derrotada y sonrió de lado a la japonesa. "Bien, vayamos a una cafetería para que comas y te calmes un poco."

La japonesa dudó por un momento. Esta no sabía si era buena idea irse sin ni siquiera avisarle a las chicas que le dieron techo.

"Y-yo no lo sé..." Momo dijo en voz baja.

Esto preocupó demasiado a Dahyun debido a que Momo nunca rechazaba una invitación para comer.

"Hey, Jagi." Dahyun estaba muy preocupada. "Por favor, dime que te está pasando."

"N-No es nada..." Momo negó.

"No me digas que 'no es nada'. Por Dios, Momo, tú nunca rechazas comida." Dahyun estaba alterada. "Dime quién te tiene amenazada, sobornada; yo iré a hacer que esos idiotas paguen."

"N-no es eso." Momo negó. "Es que no sé si es buena idea irme sin al menos decirles algo a las personas que me dieron un techo y cama donde dormir."

Dahyun suspiró aliviada. "Pensé que era algo mal-"

"Dahyun unnie!" La nombrada volteó para encontrarse con la taiwanesa sin aliento. "Por- fin te.. encontré..." esta dijo con el aliento entrecortado, detrás de ella venía Mina.

"Tzuyu! No tenías que correr." La chica de piel pálida exclamó.

"Cómo que no?" Preguntó esta. "De repente saliste corriendo sin decir nada. No sabes cuánto nos preoc-" esta paró lo que iba a decir cuando vio a la japonesa. "Momo unnie?"

"Unnie?" Mina preguntó sorprendida.

"T-Tzuyu...M-Mina..." la japonesa pronunció sus nombres. Las nombradas caminaron rápidamente hacia la contraria y la abrazaron fuerte.

"D-Dios, unnie!" La taiwanesa y la japonesa menor exclamaron.

Momo las abrazó fuertemente, no queriendo dejarlas ir.

Aún cuando la japonesa había cagado todo, aún cuando esta las había lastimado, aún cuando esta había dejado aquel lugar que llamaba hogar, para las menores, Momo seguía y sigue siendo parte de la familia.

"Por qué nunca nos dijiste al menos donde te ibas?! Sabes lo preocupada que estábamos todas?!" Mina le exclamó a la japonesa mayor.

"Gomen, Mina..." Momo se disculpó con la menor. "Pero no podía pisar la casa. No te acuerdas lo que dijo Jihyo?"