Prólogo

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-Me encantaría quitarte la ropa- susurro en mi oído mientras acariciaba mi espalda por debajo de la blusa, en un movimiento que, supuse, pretendía ser sensual.

-¿Acaso quieres ser demandado por violacion?- bromeé haciendo una finjida cara de terror y actuando infantilmente.

-valdra la pena- contesto acercando su rostro al mio para, por millonésima vez, besarme.

Habían pasado varios minutos desde el primer beso, ¿No vendría siendo hora de sentir mis deseos carnales desatarse? Justo ahora, puedo sentir claramente su ereccion entre mis piernas mientras estoy sentada sobre el, lo cual es lógico tomando en cuenta la situacion en la que nos encontramos, (estando solos en el reducido espacio del asiento trasero del auto, el cual esta aparcado en el estacionamiento, junto a la habitacion del motel desde donde los gemidos de nuestros amigos pueden ser escuchados bastante bien) y sin tomar en cuenta las caricias que antes hemos compartido. Siendo mas claros... Fue tocado todo mi cuerpo por encima de mi ropa y mi boca fue prácticamente abusada por su lengua, debería de estar ya humeda o de por lo menos tener un pensamiento lascivo como " quiero que me hagas tuya" o siendo mas vulgar "cogeme de una maldita vez" y aun así aquí estoy, teniendo todo tipo de pensamientos pesimistas mientras el esta besando y mordiendo mi labio.

-solo por esta vez, ¿podrias no denunciarme si te desnudo completamente?- dijo repentinamente, sacándome de mi ensoñación. Acto seguido prosiguió a frotar mis glúteos y buscar una forma de bajar mi pantalón.

Mmmm... Que sugerencia tan mas tentadora.

Corazon de hieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora