Capítulo 2

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Adora sabía que tenía que sorprender a Catra con esta próxima cita.

Ahora que llevaban unas semanas de su relación (¡relación! ¡Como si estuvieran saliendo! Adora todavía se encontraba sonriendo como una idiota en momentos aleatorios del día pensando en ello) se encontraron cayendo en una cómoda rutina; ya que Catra, a través de una circunstancia tras otra, planeó su primera cita, le concedió a Adora el liderazgo de la siguiente. "Amiga, yo planeé la primera", le dijo Catra por teléfono y Adora le devolvió una sonrisa, "Y no sé, se siente un poco injusto para ti que yo tome todas las decisiones. Deberías elegir tu que hacer la próxima vez." Y así lo hizo Adora. Optó por una opción barata: ir con todas sus amigas a la bolera, haciéndolo con el suficiente sentido común como para alquilarles a ella y a Catra una pista en el otro extremo de la cancha donde estaban libres de Sea Hawk apostando con extraños a que podría ganarles.

Aún así, incluso desde lejos eran miembros reacios de un público y sentía remordimiento y preocupación de que la cita fuera un asco ("No fue un asco, Adora. Fue realmente divertido aplastarte en los bolos. Y verte intentar ganar algo en aquella máquina. Creo que Entrapta me robó esa cosita de gato que me ganaste - ¿después de qué, cuatro intentos? - y si lo hizo, voy a estrangularla con su propio pelo") además de avergonzarse de sus amigas, Adora pasó la antorcha y desde entonces, esto se había convertido en el patrón. Catra planeaba una cita, luego Adora. No era como si Adora hubiera logrado salir con otra chica de manera estable - gracias a su traumático pasado - así que no podía decir exactamente cómo lo hacían otras parejas; sabía que la mayoría no tenían carpetas llenas de ideas para citas sólo porque habían visto a su personaje favorito en un programa de comedia policial hacerlo así y también sabía que no iba a aceptar consejos de un ruidoso grupo de gente que se jugaba la vida a los bolos y que ella misma llamaba amigos.

Además, esto era agradable. Adora pudo haber llevado las cosas al nivel organizado y neurótico al que llevaba todo, pero al menos le quitó presión a Catra ya que hacia cosas de las que no estaba segura de estar lista para hacer como el equipo en el que se estaban convirtiendo. Cosas como el compromiso y la resolución de problemas y ser más abierta con las emociones. Se estaban tomando las cosas con calma y profundizando poco a poco en todos los temas, iba muy bien para ser algo tan crudo y tan nuevo. Adora estaba segura de eso. ¿Y Catra?

Catra estaba demostrando ser realmente romántica cuando se trataba de citas. O tal vez una palabra mejor y más precisa, era considerada. Sí, considerada.

No es que Adora dudara de la capacidad de Catra para ser una buena novia... bueno, quizás a veces no le gustaba cuando revisaba los radares de tráfico en busca de accidentes de coche en medio de un ataque de pánico porque alguien no le había contestado en cinco horas como ella decía que iba a hacerlo... era más bien que no esperaba que Catra fuera el tipo de persona a la que le importara el romance en los lugares a los que iban y lo que hacían cuando tenían una noche libre del trabajo, la panadería y sus clases. Su inclinación natural por este tipo de cosas era casi más sorprendente que su excitación por ser vista con Adora en público, un lado suave, infantil, que Adora no había visto en ella desde que eran niñas.

El estilo de Catra no era el de rosas, chocolates y ositos de peluche de la tienda de todo a un dólar, con una nota escrita a mano colocada estratégicamente en una de las patitas, pero aún así tenía ideas mas cercanas a su estilo en su carpeta marcada como "Date Night" (Dios, esperaba que Catra nunca la encontrara).

Aunque ambas llevarían las cosas al siguiente nivel en las siguientes semanas, la primera noche había sido sin duda, perfecta. Al menos en la mente de Adora. La había memorizado en todos los sentidos, desde las fotos en las que Catra no quería participar ("Mejor que no se las enseñes a Glitter y a Rainbow o te juro por Dios que te estrangulo, no pongas esa cara, hablo en serio") hasta una extensa anotación en el diario, la cual esperaba que nadie encontrará. Luego hubo tres horas de interrogatorio, por parte de sus compañeros de cuarto - y Frosta, Perfuma, y Mermista que por casualidad se quedaron a pasar la noche con la excusa de hacer un "Girl time"- donde a Adora se le negó el placer de su cama por el foco de la sala. La recompensa de sus amigas por no dejarla desmayarse feliz como una maldita almeja y aún así un poco achispada, fue de un discurso de 34 minutos pronunciando con los labios hinchados y con incrementos de eructos porque sus amigas querían cada detalle de su primera cita con Catra; sobre todo usó su tiempo en el suelo para presumir de la valentía e iniciativa de su novia para volver a la escuela de arte y empezar su camino para convertirse en artista profesional del tatuaje, hubiera hecho una gran escena en el bar si Catra, mordiendo una sonrisa, no hubiera empezado a meterle pretzels en la boca para mantenerla callada.

Upper West Side (Catradora Au)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora