Upper West Side (Catradora Au)

Capítulo 9

Cuando una ventisca golpea Luna Brillante y Adora revela que ha estado luchando con un dolor lateral durante los últimos tres días, Catra tiene que llevarla al hospital con aquella nevada. Pero resulta que, y como todas las buenas tormentas revelan, la apendicitis aguda no ha sido lo único que Adora le ha estado escondiendo a Catra.

Frases inútiles (Finalmente es seguro, para mi enamorarme)

(Halsey - Finally/Beautiful Stranger)

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Catra iba a morir congelada en el coche de Marshmallow.

En el fondo de su mente (las partes que no eran ya carámbanos o al menos, escarchadas) siempre había sabido que Luna Brillante, en toda su falsa y frontal gloria, probablemente iba a hacer que la mataran. Sólo porque estaba lleno de idiotas de todas las clases socioeconómicas con su propia belleza y drama no hacía que el lugar fuera diferente de cualquier otro lugar donde Catra hubiera vivido. Cada pueblo, cada metroplex, cada ciudad sin nombre; todos eran lo suficientemente crueles como para intentar sacarla de una vez por todas antes de que se escabullera a su siguiente sofá, su siguiente pequeño nido, su siguiente escondite.

No es que esta metrópoli de idiotas -perdón, idiotas reales- no haya intentado antes un golpe contra ella. Una combinación característica de planificación extremadamente pobre por parte del ayuntamiento y contratistas mal pagados fue lo que la llevó a ella y al Toyota de Marshmallow a una zanja hace nueve meses, no gracias en parte a los padres de Bow y a sus entradas no reembolsables para la ópera.

"Y si no empieza a calentar este maldito lugar va a terminar de nuevo en una zanja, ¡coche estúpido!" Catra apartó la oreja de su teléfono móvil para meter el puño en el precioso salpicadero de Marshmallow. ¡Mierda! Chirrió mientras la fuerza regresada viajaba por su brazo como una onda de sonido a través del aire. El dolor era una distracción momentánea pero era una distracción momentánea bienvenida del frío que llegaba a lugares de su cuerpo que nunca deberían estar fríos. Dios, ella iba a matar a Adora por hacerla esperar. Y luego, después de que ella prendiera fuego a este pedazo de chatarra, iría directamente a por la dueña del coche.

¡La Reina Idiota me dijo que la calefacción funcionaba! La tormenta de nieve del maldito siglo y me voy a morir porque Marshmallow no puede gastar el dinero para mantener este estúpido pedazo de mierda funcionando! Viendo el cielo gris, Catra soltó un gruñido bajo y encendió los limpiaparabrisas con su meñique.

Vale, sí, lo que sea; Catra nunca estuvo en peligro de morir con la excusa de una zanja, pero pasar siete semanas en esa escayola que pica perdiendo sus mejores y más caros lápices cada vez que intentaba rascarse lo que le picaba manteniéndola despierta a las cinco y media de la mañana le hizo desear estar muerta. Eso tenía que contar para algo, ¿verdad? Y, por supuesto, Luna Brillante iba a intentar de nuevo sacarla ahora mismo de todos los momentos perfectamente convenientes para ella, justo cuando la encontró sola y atrapada en una nevera sobre ruedas. Si al principio no tienes éxito, inténtalo, inténtalo de nuevo, ¿verdad?

Cabrones. Siempre tenían que ir y probar su punto, ¿no es así?

"Su llamada ha sido desviada al buzón de voz automático..."

"Ughhhhh."

"-Por favor, deje un mensaje después del tono." Catra se pellizcó el puente de su nariz, con las uñas clavadas en la piel, mientras que la voz automatizada la abandonó y la voz de su novia la siguió, "¡Hola, has llamado a Adora! Lo siento, no puedo atender el teléfono ahora mismo. Deja un mensaje o envíame uno de texto".