Pinceles

Capítulo VII

Fé.

Elementos policiales arribaron a la vivienda para abrir la investigación, la cual Mafer dirigiría con todo lo que sabía y había pasado.
Laboratorio buscaba de todo, huellas, cabello, pisadas, algún rastro del agresor.
Ella por otro lado estaba sentada tomando té para intentar relajarse.
Recordó todo de aquella noche. Se preguntaba cómo pudo dejarla ir en ese estado, aunque, no iba a sentir culpa por lo ya sucedido. Se prometió que la encontraría y haría pagar aquel que haya atentado contra ella o la hubiera dañado.

Unos golpes suaves se escucharon en el cristal de la patrulla en la cual estaba descansando. Bajó la ventana y se encontraba un chico de la oficina.

—¿Cómo te sientes?—. Era un chico joven de algunos veintitantos. Elemento de investigación de laboratorio y amigo de Maf. Harry era su nombre.

— Podría sentirme peor, estoy muy confundida—. Miró su vaso medio sonriendo de una manera totalmente desanimada y triste.

— Debes mantenerte tranquila, el comandante Mustang quiere verte el lunes a primera hora. Déjanos la investigación te alcanzo más tarde, ve a descansar.

Con una palmada en el hombro se despidió de su compañera para seguir revisando toda la casa en busca de evidencia. Maf no quería irse a descansar, necesitaba respuestas. Esa nota sobre el vestido, ¿Que mierda significaba?. Eran apenas las 3:30 PM podría comenzar a investigar, pero sin el caso asignado se metería en problemas.

Salió del auto tomando su mochila y chaqueta caminando a tomar un taxi hacia su departamento. No paraba de pensar, el coronel le asignaría el caso probablemente, quizás era para seleccionar el nuevo compañero, no lo sabía pero aún así no dejaba de cruzarle las ideas y demás pensamientos.

Al estar en la avienda que buscaba detuvo un taxi para dirigirse intranquila y angustiada a su departamento, quizás empezaría a organizar los lugares en los cuales comenzaría a buscar, las personas a las que entrevistaría y algunos sospechosos.

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Harry continuaba con la búsqueda de pistas o indicios que le mostrara algo de aquel criminal.

Pero nada esa persona se aseguró de cumplir sus reglas paso a paso.
Ser limpio, rápido y profesional.
Parecía que y alo había hecho antes, puesto que era muy complicado encontrar algo.

— ¡ Harry, ven a ver esto !—. Un grito de la parte trasera de la casa le llamaba con emoción, al parecer ya tenían su primera pista.

— ¿ Qué tenemos ?—. Preguntó el joven con intriga.

— Al parecer es un comprobante de compra, una tienda de vestidos. Hay un detalle no está en el estado. Ni siquiera en el país.

Harry lo miró confuso y con algo de intriga, extendió su mano para poder revisar aquel papel.
Efectivamente, no era de ese país, la fecha de compra hacia de dos semanas ya.

— Este sujeto ya lo tenía planeado—. Mirando al su palma con el comprobante, frunció el ceño y dió las órdenes.— ¡ Quiero que llamen a la tienda y pregunten por el cliente, quiero saber la forma, fecha y la hora en que lo recogió, si es necesario vayan allá, háganlo, los quiero a primera hora en ese lugar, saquen una copia en este momento, y revisen las huellas que tenga en el papel!.

Todos los elementos corrieron asistiendo con un fuerte "¡ Si señor !".
Harry sabía lo que hacía y por esa parte ya tenía una parte por dónde buscar.

Aunque ignoraba un detalle, una carta escrita y puesta sobre el vestido, la cual Mafer llevaba con ella. ¿ Que tal si con eso podían encontrarlo ?.

Harry guardó uno a uno sus utencilios de investigación, estaba en la cocina, todos se empezaron a retirar después de acordonar la zona para que nadie más entrará a la escena.

Levantó la mirada al terminar con sus cosas soltando un suspiro de cansancio y ansiedad, aquella que te hace frotarse las sienes y revolver el cabello de uno para pensar de una manera más clara y coherente.
Cuando abrió los ojos después de tallarlos con las yemas de sus dedos miro hacia una parte de la alacena, un astillado con una mancha seca con un color muy peculiar y conocido para él.

Sacando tomó una fotografía, retiro el pedazo manchado para analizarlo y descartar si se trataba de sangre o algún otro condimento. Era casi imposible que algún condimento llegara tan alto en una cocina, aún más cuando la estufa está del otro lado.

Mafer había comentado que aquel electrónico estaba caliente cuando llegó, no de un calor de hogar, si no de uso.
No podrían estar lejos, pensó Harry mientras se acercaba a la estufa, había un contenedor pequeño justo al lado del electrónico. Revisó lo que estaba en la parte de arriba de toda la basura, no encontrando nada, revolvió con los guantes para buscar algo que fuera de utilidad.

No habia nada que les diera pistas, tomó la prueba y la puso en su maletín para salir de aquel lugar y esperas algunos resultados de lo poco que tenían.

— Nada mal Harry, para ser tus primeras misiones—. Exclamó uno de sus subordinados.

— Cuándo te pida cumplidos me los das y voy a pensar si quiero tenerlos. Si vas a usar tu sarcasmo estando en este equipo mejor vete a bromear a un canal de televisión ahí aceptan a todo tipo de payasos—. Respondiendo al comentario de aquel veterano con un tono de enfado, aquel hombre solo soltó un gruñido mientras los demás reían a carcajadas. Aunque Harry era joven no se permitía jugar con su equipo, el trabajo era primero y probablemente después también, hasta el final ( si es que lo habia ), darse un tiempo para reírse con sus compañeros.

Después de aquel incidente caminó a su auto, estacionado al otro lado de la acera, abriendo la puerta del copiloto acomodó su maletín y demás, para después entrar a su auto por el otro lado, pero algo lo detuvo cuando cerró su puerta. Levantando la mirada a la casa que tenía delante, en una esquina una cámara de seguridad.

Ya sabía cuál era el siguiente paso.