2 años antes...

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Caminando por los pasillos de la universidad, Mafer, de la mano de su novio Daniel se dirigían al departamento de servicios escolares. Les asignarían una práctica en equipo policíaco, específicamente en la policía militar.

Daniel se mostraba inexpresivo en el trayecto, era un tipo frío y algo indiferente, pero con Mafer era un chico completamente distinto. Ella era todo lo contrario, dulce, muy cálida, siempre sonriente y atenta a los demás.

Mafer se encontraba nerviosa, la carta de asignación no se trataba de otra cosa más que paseos de rutina patrullando algunas zonas, pero lo militar era algo completamente distinto, probablemente alguna misión riesgosa.

Llegaron a la oficina dónde con solo dar sus nombres les entregarían los documentos de asignación.
Ambos obtuvieron los sobres en sus manos y procedieron a abrir cada quien el suyo. Parecía una coincidencia muy rara pero ambos habían sido reclutados para el mismo campo.

Daniel mostró media sonrisa era lo que esperaba, ambos eran excelentes agentes en prácticas de prueba. Era momento de aplicar lo aprendido.
Mafer por otro lado solo miro por algunos segundos su carta, esperaba cualquier cosa menos eso, le encantaba estar con Daniel, hacian trabajos excelentes en pruebas para sus exámenes. "La vida real es algo completamente diferente a solo armas de plástico", pensó.

— ¡Felicidades señorita!—. La voz de él era poco grave pero nada molesta un tono agradable.

— ¡Gracias!. Igual para ti, te esforzarte mucho, tienes lo que tanto deseaste.

— Bueno, debemos estar en las oficinas a las tres. ¿ Te parece si vamos por algo de comer?.

— Me lees la mente niño. Vamos por algo ligero tendremos mucha actividad hoy y no pienso vomitar—. Miró a su novio con una sonrisa, le dió un pequeño golpe en el hombro y se dirigieron a buscar algo que comer.

Mafer y Daniel eran novios desde segundo semestre, se conocieron en clases, coincidían demasiado en algunas asignaturas inclusive en los pasillos de casilleros.
Comenzaron amistad a raíz de un exámen que lograron pasar juntos, de ahí su amistad se haría más fuerte hasta desarrollar los sentimientos que ahora sentían.

Eran la pareja perfecta, ambos alumnos intachables y de buen ver. Destacaban entre muchos ambos formaban partes de algunas asociaciones a las cuales aportaban ideas que promovían el desarrollo y crecimiento.

Ambos jóvenes terminaron sus platillos, se encontraban sentados a la orilla de un restaurante. Bromeando h recordando sobre sus travesuras y aventuras a través de los semestres.

— Sabes siempre he pensado que eres un imbécil—. Dijo la pequeña novia mientras le arrojaba papas fritas.

Pues no te equivocas porque definitivamente lo soy—. Lanzándole de regreso las papas.

Ella se estaba divirtiendo mucho, pero los pensamientos no dejaban de llenar su cabeza, poco a poco fue borrándose la sonrisa de su rostro.

— He pensado mucho en nuestra práctica de hoy, es nuestra primer experiencia en campo.

— Todo estará bien, solo daremos un paseo para conocer las calles y hacer observaciones—. Tomando la mano de su novia mientras le miraba a los ojos.

Sonrió un poco y se tranquilizó. Tomaron sus cosas, pidieron la cuenta y se retiraron del lugar para llegar a tiempo al edificio.

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