Final.

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Me desperté bajo la atenta mirada de mi madre.

-Yuri, ¿Me oyes?-dijo con una voz tierna, mientras se acercaba para tomarme la fiebre.

-Sí, mamá, ¿que ha pasado?

Sabía perfectamente lo que había pasado, pero seguramente ella conocería otra versión y a mi no me apetecía contar que me había besado con un chico que estaba loco de remate.

-Estabas con Nuria dando un paseo por el parque...

-Cuando me caí y me di con la fuente en la cabeza-dije adivinando el resto de la historia.

Seguramente la había inventado Nuria, y sus historias solían ser fáciles.

En cuanto me desperté me dieron el alta alegando que no tenía ninguna contusión y que había tenido suerte. En realidad no tenia ninguna contusión porque no me habia golpeado con ninguna fuente, seguramente él me cogió antes de caer.

Mi madre me dijo que guardase reposo todo el día, y me hacía falta, para poner en orden mís ideas y decidir lo que iba a hacer.

Intente evitar este momento, pero la television no estaba a favor de distraerme, no me concentraba estudiando y no podía salir a ninguna parte, a si que me rendí.

Veamos,dice que las formas que veo son los sigilosos. Y que los sigilosos son criaturas malvadas. En mi cabeza ya sonaba ridículo, no sé como él se había atrevido a decirlo sin nerviosismo aparente. ¿Seria una broma de cámara oculta?

Recuerdo haber visto esas formas antes de llevar lentillas, cuando niños se pegaban en la escuela o cuando me metía los dedos para vomitar.No, era un disparate, ¿Pero que estaba diciendo?

Te conviertes en cazador si sufres una enfermedad que te lleve a la muerte. Es cierto que a veces me metía los dedos y vomitaba, porque eso paliaba mi ansiedad, me ayudaba a seguir. ¿Habia llegado al extremo de convertirse en enfermedad? No, porque podía parar.

Podía parar.

Cuando lo hacía me repetía a mi misma que esa seria la ultima vez, que aunque me hacia aliviar toda la furia contenida no era bueno para mi cuerpo.

No es que me viera gorda, obviamente tenia complejos, como todo el mundo, pero  si me sentía culpable cada vez que comía.

No estoy en ese límite. Desde lo ocurrido en el centro comercial lo había hecho más veces, pero por los nervios. ¿Es comprensible no?

Mi teléfono sonó y la pantalla dejo ver un numero que no conocía.

-¿Hola?- dije esperando que fuera él.

-¿Como estas, yuri?-dijo con apenas un hilo de voz.

-Esa no es la pregunta, la pregunta es que fueron todas las cosas que me contaste ayer.  Quiero que me lo digas ahora.

-Lamento habertelas dicho así, no pensé que fuera a afectarte de esa manera, perdoname.

Cuando quieras podemos vernos y...

-¡No! ¿Crees que quiero volver a verte después de las tonterías que me dijiste? No soy una chica de la que te puedas reír, estoy en un curso muy difícil y tengo que centrarme en ello. No tengo tiempo y lo estoy perdiendo contigo. Lo siento.

-¿Te arrepientes de haberme besado?-dijo pronunciando cada palabra lentamente.

-Las cosas eran más fáciles cuando no te conocía

-Es todo lo que necesitaba oír. Lamento haber aparecido en tu vida.

Y colgó.

Y supe que era el final.

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⏰ Última actualización: Jan 02, 2015 ⏰

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