Conexión.

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Entró con paso rápido, sin mirarme, sin mirar a nadie, como si no se hubiera percatado de la presencia de ninguna de las personas que llenaban la cafetería.

No podía quitar la vista de él, me atraía como un imán. De hecho no recuerdo otra cosa que sus movimientos ágiles, y su mirada perdida.

Pero algo me sacó de mis ensoñaciones.

-Nuria, ¿que haces?- dije extrañada.

Ella se encontraba lanzándome bolitas de papel que había hecho con la servilleta.

- Pues darte algo para que te limpies las babas, que te lo estas comiendo con los ojos.

-Pf, que dices.

- De hecho lo sigues mirando..

Y era verdad, no podía apartar la vista, nunca había sentido esto, con nadie, semejante conexión... Pensé que solo era propia de las películas. Luché y al fin conseguí desviar la mirada.

- Es que pensé que lo conocía pero no, bueno, ¿Qué hacemos este sábado?- dije en un vano intento de desviar la conversación.

- No te engañes, sé que no lo conoces, pero tal y como lo miras deberías conocerlo... ¡ATACA LEOOONA!- grito.

El chico se dio la vuelta, al igual que toda la cafetería, y me miró, y lo miré. Lo que sentí en ese momento fue inexplicable. Aparté la mirada, intimidada por la fuerza de sus ojos, pero la suya seguía clavada en mí.

- Te está mirando, ve a hablar con él.-dijo Nuria.

-No, y si lo esta haciendo ha sido por tu culpa y por el grito que has metido.

- Deberías ir a por un batido de chocolate para mi, ya me he terminado el cola-cao y me apetece.

-No, ve tu. -Dije adivinando lo que pretendía.

- Te he esperado mas de media hora para que bajarás, ¿De verdad es mucho pedir que te acerques a la barra a pedir un simple batido?

- Yo te lo pago si quieres, pero no  quiero ir.

-Venga ya yuri, que no te estoy pidiendo que desactives una bomba, puedo pedirlo desde aquí, pero ten claro que voy a pegar un grito que puede hacer que tu chico salga despavorido.

-Vale, vale, voy ya.- dije lanzándola una mirada asesina mientras en ella se formaba una sonrisa victoriosa.

Me levanté, y me dirigí hacia la barra con paso decidido.

- Javi, un batido de chocolate por favor- dije mientras este asentía con la cabeza.

Cuando mire hacia la derecha esperando encontrarme al chico de espaldas, me sorprendi al encontrar unos  ojos color miel clavados en mi rostro.

-¿Como te llamas?-dijo con voz grave y segura.

Me quede sin palabras, no paraba de repetir a mi cabeza que reaccionara, a mis cuerdas vocales que se movieran, y a mi cuerpo que no dejara de respirar.

-Hola.- dije al fin, sonó nervioso, rápido, pensé que quizá  ni siquiera me habría entendido. Y luego que mi respuesta no contestaba ni por asomo a su pregunta.

Su risa me sacó de mis pensamientos.

-Bonito nombre.- y siguió riendo.

- Yuri, me llamo Yuri -dije sonriendo.

- Hola yuri, me resultas familiar.

- A mi tu también.

De ninguna manera me resultaba familiar, nunca lo había visto y esto lo sé porque si lo hubiera hecho no lo habría olvidado. Pero no se me ocurría que mas decir.

- Me llamo Fer.

- Encantada Fer.

- Oye yuri, debo irme.

Durante la conversación sus ojos no dejaban de taladrarme, no había movido la vista de mi en ningún momento .Empezaba a plantearme si este chico parpadeaba.

- ¿Te doy mi número o..?

-No, se que nos volveremos a ver.- Y dicha esta frase salio de la cafetería, con el paso rápido con el que minutos antes había entrado.

No sé como, pero supe que esta conversación iba a cambiar toda mi vida.

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