La princesa y el caballero [Rin x Len]

Princesa

Rin me gusta y puedo asegurarlo pero...¿Yo le gustare? Lo veo poco probable a Rin le gusta un chico llamado Haru, ella me lo podrá negar pero yo se que es así. Siempre lo mira en el pasillo o en clase y cuando el le dirige alguna palabra comienza a jugar con sus dedos y a sonreír tímidamente.

Cuando mire la hora ya eran las 9 pm y mi estomago comenzo a rugir. 

Deje a Rin sobre su cama suavemente y me dirigí a la cocina a buscar algo de comer, como no había nada decidí llamar por una pizza la cual llego a los 10 minutos. Prepare algo de jugo y fui a despertar a mi pequeña princesa. Cuando entre ella estaba hecha un ovillo en la cama, por lo que me lance sin ningún cuidado sobre ella para terminar de despertarla.

  —  ¡Te matare Kagamine!.—  Gritaba abajo de mi.—  ¡Estas pesado!

  Me levante haciendo una dramática pose de indignación.

  —  ¿Me estas diciendo gordo?

—  Hay Dios no te pongas así...— Dijo tratando de no reir.

  — Te mereces un castigo...

Rin fruncio el ceño desentendida para luego ponerse a la defensiva.

—  No te atrevas...  

En dos segundos levante a Rin de su cama y me la coloque sobre el hombro a pesar de todos los golpes y pataleos que me proporcionaba hasta llegar al baño y le dejaba dentro de la tina...¿Alguna vez han bañado un gato? Pues estoy seguro de que Rin tiene la misma expresión que un gato en la ducha.

  Me apretaba el estomago de tanto reirme y cuando el silencio de Rin me parecio sospechoso levante la mirada dandome con un chorro de agua en toda la cara.  

  — Ups.—  Exclamo la rubia.—  Lo siento tanto...

Su irnonia era notable, pero si guerra queria...guerra le daria.

Tome el envase de shampoo y se lo rocie en toda la cabeza, para luego pasar la mano y dejarle espuma.

  —  ¡Mi cabello!¡Ahora si te mato!

Corri como un condenado, ambos estabamos muy mojados por lo que el hecho de que el suelo fuera de loza no ayudaba mucho...Yo fui el primero en caer y luego Rin se tropezo conmigo callendo sobre mi.

 — Lo siento...— Susurro con voz temblorosa.

Yo sonrei con nerviosismo y me levante aun son ella sobre mi.

  —  Lo siento yo...—  Me acerque lo suficiente como para sentir su aliento sobre mis labios.

Ambos nos levantamos al mismo tiempo e impulsivamente le abrace por la espalda apoyando mi menton en su hombro.

—  Por cierto...Te vez preciosa cuando duermes.

Y sali sin explicación. 

《Eres el rey de los idiotas! pudiste besarla ahi mismo 》

¿Y ganarme una bofetada junto con una gran ley del hielo? No gracias.

Entre en mi habitación y tras cambiarme de ropa baje a la cocina donde ya se encontraba Rin colocando la mesa.

  —  ¿Te duchaste?.—  Pregunte con ironia.

Rin rió y tras mirarme directamente a los ojos respondió.

—  Me obligaron. Un patán me empujo dentro de la tina y me mojo. 

  —  Que gran patán...

—  Uno enorme.—  Enfatizo.—  Pero también es un gran hermano mayor.

Sonreí con fraternidad pero con una sensación incomoda agobiándome en el pecho.