La princesa y el caballero [Rin x Len]

Traición

-Si...- dijo avergonzada.

No podía creérmelo, mi mejor amiga, casi una hermana y no me contó.

*Relájate, debe haber una explicación razonable*
Callate.

- ¿Como no me lo dijiste?.- dije fuera de mis casillas.- ¿Sabes cuanto sufrí?

- ¿Y sabes cuánto sufrí yo?, si, es verdad, sabía que ellos dos pasaban más tiempo juntos, pero nunca creí que llegará a engañarte.

- No me mientas Rin.- le fulmine con la mirada.- Era obvio.

- Pues al parecer no lo era, porque si no tu mismo te ubieras percatado.- fruncio el seño.

- ...

Me quede sin palabras, estaba molesto, me sentía traicionado y a la vez un estúpido.

- Mira.- suspiro.- se que debi haber puesto más atencion, yo también me siento mal por lo que pasó, me siento mal por no haber sospechado, pero de verdad si yo ubieras sabido que Neru y Kiyoteru se estaban acostando no hubiese dudado ni una milésima de segundo en contartelo.

Quería perdonarla y hacer como que nada había pasado, pero no podía, mi estúpido orgullo me lo impedía.

- Bien, gracias.- dije cortante.

Las horas pasaron y con Rin nos pusimos manos a la obra, limpiamos, inflamos unos cuantos globos, colocamos comida, cervezas, vasos plasticos y los equipos de musica, cuando estuvo todo listo eran las 7:30, nos bañamos y nos vestimos, mi traje consistia en una chaqueta larga y gris con detalles y bordes dorados, un pantalon azul al estilo indu y una camisa roja, una especie de faja-pañuelo atado en mi cintura de un color blanco y mi largo y rubio cabello atado en una coleta baja con una cinta azul de rayas amarillas.

*Si no supiera que eres un pervertido hasta yo estaria enamorada de ti*

Gracias Lenka.- sonrei al espejo al ver su reflejo.

¿Y tu disfraz?

*No tengo, recuerda, soy un reflejo, nadie me vera* dijo algo triste.

Pero yo si, anda, ponte algo bonito.- le guiñe un ojo y ella asintio frenetica y alegre.

Cuando sali senti mi telefono vibrar, lo mire y tenia un WSP de Kaiko.

"Estamos afuera"

Fui a abrir la puerta y ahi estaban los Shion y Miku.

Kaiko iba preciosa con un vestido blanco y su cabello atado en una coleta con unos mechones colgandole a cada lado, unos zapatos con escarcha blanca y accesorios dorados.

-D-deja de mirarme así.- dijo Kaiko sonrojada.

- E-esto lo siento, te ves bien.- le sonrei y le hice pasar.

Miku me miro con una picara sonrisa y me saludo con un abrazo, iba vestida con un largo vestido celeste claro, casi blanco, unas orejeras blancas, un abrigo, un sombrero de bruja blanco y una varita magica.

- Hola simple mortal, hoy cumplire todos tus deseos.- dijo la peli turquesa, me guiño un ojo y se interno en la casa.

- Esta muy linda.- dijo Kaito embobado.

- Tu y tu cursileria.- dije socarrón.

Kaito saco una espada de madera y me apunto.

- Desde ahora soy tu señor y debes tratarme como tal.- hablo con tono educado y amenazador.- Soy Kaito Shion principe de Invernalia, y ella es.- apunto a Miku de una forma cariñosa.- Miku Hatsune, mi dulce hada madrina.