|Michelle|
Con un dolor de cabeza intenté incorporarme en lo que parecía ser una cama, mi cama. La cabeza me daba vueltas y me sentía adolorida. Frote mis ojos para después pasar mis manos sobre mis labios, los cuales tenían un líquido, exaltada al ver mis dedos con semen me puse de pie y corrí hacia el baño.
Mi cabello estaba despeinado y mi cara lucia macabra. Rápido lave mi cara con agua fría y me desvestí, mis partes íntimas parecían intactas pero aun a si por mi mente solo pasaba una pregunta , ¿Que me hizo Iván? . Lo único que recuerdo es haber bebido de aquel vaso con tequila y .....
Furiosa termine de quitarme la ropa y me puse otra, salí de mi habitación y camine hasta la de Iván. Sin verse venir, abrí la puerta de golpe y me encontré con Iván, quien se sobresaltó cuando hice acto de presencia.
-¿Que me hiciste?.—Grite histérica.—
-Bájale a tu tonito, y fíjate como me hablas.—Dijo terminándose de poner la corbata, al parecer iba a salir. Al mirar su cabello húmedo solo me dio a entender algo negativo.—
-Me violaste.—Exclamé con furia, Iván solo se carcajeó por un segundo y después cambió su semblante a uno serio.—
-No te viole. Aunque ganas no me faltaron, solo digamos que....—Fingió pensar por un momento.—Me hiciste un oral.—
-¿¿Que??.—
-Me la chapaste mientras dormías.—Soltó sin ninguna vergüenza.—
-Claro que no. Tú te aprovechaste de mi, le echaste algo a el tequila..—Estaba tan molesta que me solté a llorar, soy de esas personas que cuando se enojan demasiado lloran de el coraje.—
-No llores Chula.—Intento acercarse a mi pero me aleje.—Algo tenía que hacer para saciarme las ganas de tenerte. Y que mejor que durmiéndote y metertela por la boca sin ningún forcejeo.—
-Eso es abusar de mi, eres un asco, ¿Por que no te mueres?.—
-Ya deja tú drama, si tan solo aportaras un poco. Y más vale que no digas nada porque si no.—Saco una pistola, la cual estaba personalizada con cachas de pantera.— Y arréglate que en unas horas tendremos una fiesta.—
-¿Una fiesta? ¿De que?, ves que eres un si vergüenza.—
-Pues ya nos vamos conociendo. Tú vas a ser mía.—Se acercó a mi y me intento besar pero giré mi cabeza haciendo que plantara el beso en mi mejilla.—Uff, difíciles. Como a mi me gustan.—
-Te odio.—Susurre.—
-Ya lo veremos, a mi ninguna mujer se me resiste. Todas me aman, y todas mueren por mi, solo es cuestión de tiempo para que haga que mojes tus braguitas.—
Lo mire con desprecio y salí de su habitación a toda velocidad. Llegue hasta la mía y cerré con seguro. Lleve mis manos a mi cabeza frustrada y me deje caer sobre la cama. Estuve recostada pensando alrededor de 5 minutos, hasta que escuché mucho movimiento abajo y afuera de la casa.
Asustada por ver tantas películas de acción me puse de pie corriendo hacia la ventana pensando que eran soldados o contrarios. Pero estaba equivocada, solo eran otras familias como los Guzmán. A la mayoría no los había visto antes, y a otros si. Como a Ovidio y Alfredo. Ellos no eran como su hermano, o al menos yo los veo diferentes.
Me cambie casual pero bonita. Puse un poco de maquillaje y planche mi cabello. Estando una ves lista decidí bajar. La música comenzaba a escucharse y yo solo me sentía in superior en este ambiente, a pesar de tener un buen cuerpo mi autoestima se arrastraba por los suelos al ver a mujeres con una cintura de avispa y un cuerpo voluminoso con hartas curvas, totalmente hermosas.
En la puerta estaba parado Manuel,junto a otros tres jóvenes como el. Solo que Manuel tenía su vista perdida y se notaba más tranquilo, tenía miedo de acércame a el, por lo cual sólo pase por un lado de el chocando nuestros hombros y regalándome una sonrisa.
En cuestión de el minutos la casa estaba llena de gente, a un no sabía a qué se debía la celebración. Me recargue en la pared observando a todo mundo que se encontraba aquí hasta que clave mi mirada en Iván. El estaba junto a sus hermanos, y unas chicas sobre sus piernas. Retiro lo dicho,todos los hombres son iguales.
Sentí como alguien me tocó el hombro causando que me sobresaltara.—Hola.—Saludo amable un chico, el
más joven que eh visto.—-Um Hola.—Salude de la misma manera, pero un poco más torpe, no podía estar normal después de las amenazas de Iván.—
-¿Como te llamas? No te había visto por aquí antes.—
-Me llamo Michelle, y soy nueva por acá, mi madre se acaba de juntar con Iván Guzmán.—
-Ah. Yo soy Raúl, pero me puedes decir Mini 6.—
-Ah pues mucho gusto Raúl.—
-Oye llevo rato mirándote y te me hiciste bonita. ¿Quieres bailar?.—Su pregunta me sorprendió, y la verdad no quería negarle una bailada, porque si estaba guapo.—
-¿Tú eres un trabajador de Iván?.—Me limité a preguntar, si el era un empleado más entonces ambos estaríamos en problemas, y sería el mismo caso que con Manuel.—
-Para nada, yo soy solo uno más de ellos. Después me puede presentar más a fondo.—
-Entonces vamos.—Me extendió su mano y gustosa la acepté. No habría tanto problema m, si al final de el día el también pertenecía el cartel y Iván no le podía hacer nada.—
En cuanto llegamos a la pista junto a las otras pocas parejas comenzamos a bailar. Por unos segundos se me olvidó que Iván podía ver, a si que cuando reaccione con la mirada busque a Iván. En una vuelta logré verlo, este me estaba observando con una mirada, que si estás mataran, yo ya estuviera tres metros bajo tierra.
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