XVII

8.9K 427 69
                                    

Me sentí helada, tenía miedo de hacer un movimiento y que Iván jalara de el gatillo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me sentí helada, tenía miedo de hacer un movimiento y que Iván jalara de el gatillo. Estaba furioso y observándonos con una mirada fulminante de más ,apuntando con aquel arma hacia Vicente mientras que este solo tenía las manos al aire tratando de tranquilizar a Iván con sus palabras, las cuales me entraban por un oído y me salían por otro sin siquiera saber de que hablaba.

-No serás tan pendejo como para dispararle a mi hijo, Iván.— Hablo Don Ismael entrando a mi habitación.— ¡Vámonos Vicente! —

Vicente se puso de pie y camino a paso acelerado hasta llegar a Don Mayo, se puso detrás de el como niño pequeño y nos observó sin ser capas de articular palabra.

-Pues dígale a su hijo que no se meta con Michelle, el muy pendejo se pensaba acostar con ella.—Reclamo Iván fajando su arma.—

-Iván entiendo que sea tu hijastra y la quieras, pero no puedes estar tan posesivo. Vicente estuvo mal, pero más mal estuviste tú por apuntarle con el arma. ¿Quieres que pase lo mismo que con el Chino? .—Cuestionó Don Ismael sereno.—Siempre te peleas por mujeres Iván, siempre.—

-Entonces espero que este cabron tenga en claro que tiene prohibido acercársele.—Advirtió Iván, me miro por última ves y salió de la habitación dejándome sola junto a Ismael y Vicente.—

-¡Vicente! Pídele disculpas.—

-Perdon Michelle.—Murmura Vicente sin mirarme.—¿Ya nos podemos ir apá?.—

-Si. Hasta luego señorita.—Dijo Don Ismael para después salir junto a Vicente.—

Me quede sola aún sentada sobre mi cama procesando lo que acaba de pasar y como me iría con Iván. Desde un principio supe que esto iba a tener consecuencias pero jamás se me cruzo por la mente llegar tan lejos, ni mucho menos con Vicente. El alcohol si cambia a la gente.—Pensé—.

-Casi te echas al Zambada querida.—Hablo una de las chicas, Clarissa. Entrando a mi habitación junto a Amy.—¿Tú y el papi de Iván tienen algo o por que te cela tanto?.—

-Salgan de mi habitación si no quieren que les parta su madre.—Grite frustrada, no estaba de humor para lidiar con estas dos.—Y que les valga verga ultimada mente.—

-¡Uy que boquita! Se nota que eres corriente.—Dijo Clarissa mirándome de pies a cabeza.—¿Y ese cuerpo tan operado?.—

-Disculpa. ¿Operado?.—Reí sin gracia para después volver a mi semblante serio.—Es natural mamita, pero aunque tú te operes 3 veces no quedarás como yo. Y es más, si a mi se me da la gana me opero y me pongo más buena a si que con permiso voy a pasar.—Dije para después ponerme de pie y salir de mi propia habitación no sin antes chocar hombros con aquellas dos.—

Me sentí victoriosa, no recordaba la última ves que había echo algo a si. Pero me sentí satisfecha conmigo misma. Ese tipo de palabras solo suelen salir de mi cuando ya estoy harta de un ambiente.

•𝐌𝐢 𝐏𝐚𝐝𝐫𝐚𝐬𝐭𝐫𝐨 • (𝙄𝙫𝙖𝙣 𝘼𝙧𝙘𝙝𝙞𝙫𝙖𝙡𝙙𝙤 𝙂𝙪𝙯𝙢𝙖𝙣) *PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora