PUEDE SER QUE TE ENAMORES [TERMINADA]

♤CAPITULO 4♤

Ruggero estaba tan asombrado que no se apartaba del mismo lugar, impacientando a Karol quien traía a su bebita en brazos y varias maletas entre ellas la pañalera.

-Hum,¿Puedo pasar?- pregunta ella mirándolo directamente a los ojos.

- Sí, pase- responde seriamente mientras se pone a un lado, dejando que pase, Karol observa la mansión con determinada atención a cada decoración, la pequeña empieza a quejarse.

-Oh ¿que tiene mi Lunita?- dice cuando acomoda a la bebé en sus brazos, al mirar al señor Ruggero está perdido mirando el piso con sus manos dentro de sus bolsillos.

- Señor Pasquarelli- le habla para que reaccione, la mira remarcando una ceja- ¿donde me quedaré?

Ruggero solo hizo un gesto con su cabeza diciéndole que la siguiera, no podía evitar preguntarle por que tiene a una bebé, no es de su incumbencia pero cómo nunca pensó que la doctora que no le agrada está aquí y lo peor con una pequeña.

Ya que la odia tiene oportunidad de aprovecharse en estos momentos, Karol lo sigue enojada por no ser un caballeroso y ayudarle con las cosas que lleva.

- Oiga- le dice ella queriendo llamar su atención, pero luego recuerda que es su paciente y esta mal de las heridas, por desgracia Ruggero voltea su cabeza para verla- ehh, olvidelo.

Ruggero prosigue su camino por los pasillos, hasta llegar a la habitación que quiere darle a su doctora personal.

- aquí está- le dice abriendo la puerta para que pase, Karol se lleva el espanto más grande de su vida, el cuarto está hecho un desastre, la pintura de las paredes tiene manchas, hay una cama en medio de esta y al fondo hay un baño- aquí se quedará hasta que terminemos con esta pesadilla.

- Pero...- corto la voz antes de decir algo inapropiado- gracias.

Ruggero sale de la habitación dejando la puerta cerrada, pero esta no se cierra del todo y ellos no se dan cuenta, Karol observa con mucha atención el lugar.

-"Este hombre en verdad me odia"- dice para si misma, como si hablara con otra persona.

- Bueno mi amor- pone una sabana en la cama para acostar a su pequeña- creo que mamá tiene mucha limpieza que hacer.

Se arregló el cabello en un moño para comenzar a arreglar el cuarto donde se quedaría hasta que Dios mande.

Mientras tanto Ruggero tiene una discusión con su abogado y mano izquierda.

-¿¡Por que Carajo me mandaste a la misma enfermera que me cuidaba allá!?- pregunta enojado tocando el puente de su nariz.

- Señor ella es una doctora y usted me dijo que le consiguiera al doctor más reconocido y con más confianza de todo el hospital- le dice Robert con suma rectitud en sus palabras.

- Me estas dando a entender que- corta la voz para respirar profundo- ¿Que ella es la famosa doctora cirujano en muchas partes del doctorado?.

- Así es, usted lo ha dicho- Robert se quiere reír por el silencio profundo que hizo Ruggero analizando las palabras de su mano izquierda.