Capítulo 1: Una noche de copas, encuentros destinados

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Ahí estaba Natalia Afanador, en un antro, más sola que cualquier otra persona en el universo, intentando "divertirse", cómo si esa palabra fuese cierta, "un clavo saca a otro clavo", le habían dicho y hasta ahora todos los "clavos" conocidos resultaban ser tan pequeños que no alcanzaban a darle siquiera un empujón. Estaba harta de la soledad, harta de amar sin ser correspondida, harta de fingir. ¿Es que acaso Natalia Afanador no es lo suficientemente bella para conseguir a quién quisiese? La respuesta: No. Ciertamente podía tener a muchos arrastrándose si era su antojo, pero a la persona que ella amaba; a esa, simplemente no la podía tener. Dejo escapar una lágrima y dio otro sorbo a su whisky, miró a su alrededor, gente que se divertía, pobres ilusos, pensaba ella.

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–¿Ya? – preguntó Olga bastante desesperada

– Tú te mueres por irte porque tienes a Camila para divertirte. Yo... No tengo a nadie – Makis replicaba – Debería darles privacidad –

–¡Vamos! No seas amargada – Olga sabía que su amiga necesitaba diversión, sabía cuán dolida estaba por el terminó de su relación con aquella mujer, pero no podía pasarse el resto de los viernes viendo películas y llorando

– ¿Podemos retomar la idea inicial? – Makis puso cara de súplica –¿Pizza y películas?

– Makis, eso no tiene nada de sexy – Olga la tomó del brazo y la comenzó a jalar

– ¿Sexy? ¡A mí que me importa lo sexy! – Makis se resistía a moverse

– Nosotras somos sexys... vamos o le digo a Pablo que venga a hacerte compañía – Amenazó la rubia y Makis la miró con un poco de enojo – ¿Entonces? –

Makis se soltó y caminó a la sala – Ok, está bien, iré –

Olga sonrió y la agarró del brazo para salir del departamento rumbo a un antro bastante concurrido. "Main Room", leyó Makis – ¡vaya! Para ser un antro de moda tiene un nombre bastante clásico – dijo mirando los acabados de las paredes

Olga resopló bastante molesta – ¡Vamos! Nos están esperando –

– ¿Están? ¡Prometiste que no vendría Pablo! – Makis la miraba acusadoramente

– y así es – Olga se defendía – No lo traería, quiero que te diviertas no que armen un escándalo y maten a todos, es... ¡vamos! Ya lo verás. –

Makis accedió a entrar, estaba bastante concurrido así que se les dificultó pasar, por fin vio a su amiga de cabellos negros sentada hablando con otra chica, bastante linda.

– Buenas – habló Olga mientras saludaba a su amiga con beso en la mejilla

Makis se acercó a la otra chica y la saludo con un apretón mano – Buenas noches, Makis–

– Buenas noches, Andrea – contestó la chica

– ¡AMO ESTA CANCION! – Gritó Olga – ¡Vamos! – y ella y Camila se perdieron en la pista

Makis sonrió a la chica y tomó asiento a lado de ella, intentando entablar comunicación. Camila y Olga estaban bailando alegremente cuando la amiga de Camila se acercó – Me voy –confesó la chica

– Pero... ANDREA... ¿PORQUÉ? – Camila miraba a Olga

– Estoy muy aburrida, será mejor que me vaya a mi casa – respondió la amiga de Camila

– ¿y Makis? – preguntó Olga

La chica río sarcásticamente – está llorando y bebiendo cómo desquiciada, no para de llorar –

COMO NACE EL AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora