Capítulo 14: Evasión

419 19 2
                                    

Natalia miró la mano de la recién llegada y le sonrió sin llegar a responderle el saludo, sostuvo a Makis del brazo con un poco de fuerza para hacerle reaccionar. Melissa sonrió por el comportamiento y bajó su mano con una sonrisa - Es bueno verte de nuevo Makis -pronunció mientras le miraba de pies a cabeza con descaro

Natalia tenso su quijada - Mi amor - dijo mientras levantaba la mano y acariciaba con la palma la quijada, haciendo que le girase a ver, Natalia fue bajando su mano hasta dejarla reposando sobre la clavícula, se acercó lentamente y besó a Makis levemente en los labios - ¿Podemos irnos? -

Makis asintió aún sin buscar que decir, Melissa había cambiado sus facciones ligeramente al ver el beso, pero rápidamente se recompuso y continuó sonriendo, el foco de su mirada había cambiado, observaba el vientre de Natalia.

- Gracias - dijo Natalia a la chica del mostrador - Con permiso - Le dijo la mujer de enfrente mientras se hacía paso a la salida y jalaba a Makis del brazo, sonrió levemente a modo de despedida y siguió a Natalia muy de cerca

- Hasta luego Makis -Dijo Melissa cuando Makis pasó por su lado - Hasta pronto - susurró al verla salir de la tienda tomada de la mano de su esposa y desaparecer entre la multitud.

Makis entró al local donde solía almorzar con su esposa y camino hasta la usual mesa que ocupaba, observó el reloj de pared y echó un suspiro. Necesitaba suavizar su situación su esposa, el día anterior se había encontrado con su ex novia y había tenido tantas cosas en la cabeza que entre Natalia y ella pocas fueron las palabras que intercambiaron y ninguna fue respecto al encuentro. Aquel era un tema que no deseaba tocar y deseaba que Natalia no preguntara al menos por un tiempo.

- Es muy obvio cuando estás tan pensativa -

Makis escuchó una voz frente a ella, pero no era la voz que deseaba escuchar, observó a su ex novia de pie frente a su mesa, se levantó rápidamente y cruzó los brazos

- ¿Qué haces aquí? - el tono de su voz no era cálido

- Tranquila nena... - la chica le sonrió - Yo solo quería hablar contigo... Aclarar ciertos puntos que no pusimos en el pasado, conversar tranquilamente -

Makis miró en reloj y luego la puerta - No tengo tiempo, te pido que te retires -

- Nena... Solo quiero - La chica se acercó e intento tocar la mano de Makis, pero se sorprendió cuando se alejó - Oye... ¿Podemos hablar? Fui a tú departamento y no estabas... Fui al hospital y pregunté y me dijeron... -

- ¿Fuiste a qué? - inquirió casi gritando - No puedes aparecerte y pensar que voy a ir corriendo a que me des explicaciones o saber de ti... Te pido que te retires... -

Melissa levantó una ceja incrédula, había pasado toda la noche gozando de solo pensar que Makis sería nuevamente suya, pero ahora, ahí estaba Makis de pie frente a ella sin querer siquiera ser tocada, no quería hablar con ella y quizás ni verla, estaba frente a ella rechazándola cuando ella habría jurado que su esposa, aquella castaña no era nada frente a ella aun con un bebé. Tenso la quijada ante el desprecio - Solo te pido que me des un par de minutos para hablar -

- Después... Ahora estoy ocupada... -

Melissa levantó una ceja - ¿Después? ¿Cuándo? -

- Melissa... Vete por favor... No quiero que me provoques proble... - Makis no terminó la frase al ver a su esposa entrar al lugar y quedarse estática en la puerta, presintió que aquello no sería agradable para ella.

Melissa giro la mirada hacía la puerta y pudo ver a la castaña evidentemente sorprendida y ahora molesta, vio que retomaba la compostura y caminaba hacía ellas, pensó que quizás ahora Makis estuviera emocionada por la castaña, pero pronto volvería a sus brazos como siempre debió ser - ¿Natalia cierto? - preguntó cuándo la mujer estuvo cerca, la castaña asintió con el ceño fruncido - Que gusto verte... Justamente le decía a Makis que debíamos juntarnos un día y hablar -

COMO NACE EL AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora