Capítulo 19: Despertar

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La noche llego fría como tempano de hielo Si te quedas conmigo prometo llevarte al cielo
Amarte es mi única motivación Y quererte es mi única razón
Sale de lo más profundo de mi corazón. Agárrame fuerte nuestro amor es invencible

Makis sintió terribles punzadas en su cabeza, a pesar de tener los ojos abiertos la luz le lastimaba demasiado y le hacía imposible percibir algo, escuchó muchas voces a su alrededor que poco a poco se hacían cercanas. Intentó hablar, pero tenía la boca seca y rasposa que le impedía formular palabra. Las voces ya eran audibles, demasiado audibles para identificarlas, era casi como un chirrido para su audición.

Quiso moverse, pero el cuerpo le dolía, abandonó el intento porque era demasiado doloroso. Sus ojos empezaban a adaptarse y la luminosidad iba cediendo. Escuchó que gritaban su nombre, Makis sacudió ligeramente la cabeza para intentar alejar el mareo. Entrecerró los ojos y poco a poco comenzó a percibir las siluetas. Makis vio frente a ella una cabellera rubia que rápidamente identificó, intentó pronunciar el nombre de su amiga, pero no lo consiguió.

- Makis - Makis escuchó que Olga la llamaba, pero no lograba visualizarla

- Ol-ga - Makis sentía dolor al hablar. Detectó la dirección de la voz de su amiga, se talló los ojos con la mano y al fin pudo ver la habitación.

- ¡Es mi esposa! -

Al escuchar la voz, Makis dirigió su mirada y observó a una demacrada Natalia que luchaba con Camila para acudir a su lado, estaba llorando. Makis la observó anonadada. Negó con la cabeza varias veces y abrió la boca otro par de veces intentando aclarar la situación - Estaa-aas mueee-ta - observó que Natalia se quedaba paralizada. Makis observó a Olga intentando hallar una respuesta, después regresó su vista a Natalia esperando que dijera algo, pero la habitación se había quedado en silencio.

Nuevamente todo comenzó a volverse nublado y la cabeza le dolió, se sostuvo la cabeza con ambas manos, sentía que le estallaría de dolor. Sintió que su cuerpo se volvía pesado.

Makis sintió nuevamente que recobraba conciencia, empezaba a odiar esa sensación de conciencia, abrió los ojos con pesadez. El cuarto estaba vacío y en silencio.

- Makis... Soy Olga ¿Sabes quién soy? -

Makis asintió con la cabeza, intentó hablar, pero la garganta nuevamente le raspaba - Agua -

Escuchó que Olga hacía un par de movimientos en la habitación - Toma -

Sintió el borde de un recipiente en sus labios y absorbió el agua con sorprendente avidez, estiró los dedos de los pies con un poco de dolor - Hola - su cabeza aún palpitaba de dolor, pero en menor medida

Observó que Olga sonreía - Bienvenida... ¿Sabes dónde estás?

Makis asintió mientras se acomodaba y observó a Olga - Natalia... Ella estaba aquí -

Olga asintió - Así es -

- Pero ella está muerta... Tú me lo dijiste - Makis le reclamó

Olga parecía bastante desubicada - Makis... ¿Sabes por qué estás aquí? -

Makis asintió - Espera... ¿Qué pasó? Yo tenía un cuchillo... Me clave y... - Makis negó, no lograba comprender

Olga negó - Escúchame bien... Quiero que me escuches ¿Ok? - Olga espero a que Makis asintiera para que continuara hablando - Tuviste un accidente de auto... Estabas en coma... Desde hace 7 meses -

- ¿7? - Makis se cubrió la boca con la palma de la mano - Yo me levante dos meses después del accidente -

Olga parecía sorprendida - Si, pero volviste a quedar en coma... Has intentado regresar en varias ocasiones, pero ninguna tan clara como hace dos meses... Incluso abriste los ojos -

COMO NACE EL AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora