Capítulo 5: Convivencia Fallida

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Makis se levantó de la mesa mientras recogía sus platos – ¿Terminaste? – preguntó

– Sí, pero no te preocupes yo me encargo de eso –

Makis negó con la cabeza – No, tú ve a bañarte y yo me encargo de limpiar aquí –

Natalia se sonrojó levemente – Gracias – fue lo único que salió y cuando sus pies por fin le hicieron caso camino con rumbo a la habitación.

Makis se quedó unos momentos limpiando la cocina, cuando termino se sentó en el sillón con Crooker, cerró los ojos un breve momento y pensó en que quizás no todo era tan malo, por el contrario, parecía que las cosas iban muy bien, se sentía incómoda en ese departamento pero tenía la fiel esperanza que se le pasaría, después de todo Natalia era una mujer muy amable. Escuchó la puerta del baño abrirse y se quedó inmóvil ¿Qué debía hacer? ¿Dormir a lado de ella? ¿Dormir en otro lado? ¿Darle un beso de buenas noches? ¿Decir algunas palabras? Dejó escapar un largo suspiro cuando se percató que Natalia no había salido de la habitación y supuso que ella debía ir a su encuentro.

Se quedó pensando unos momentos más en el sillón, no sabía muy bien que hacer, se sentía en una dimensión paralela, con paso pesado camino a la habitación, tocó la puerta levemente y la abrió lentamente, cuando pudo ver el interior Natalia estaba sobre el borde de la cama dedicándole una leve sonrisa, Makis le sonrió a modo de cortesía y camino, se sentó junto a ella sin hacer contacto físico.

– ¿Vamos a... dormir juntas? – Por fin Makis se animó a preguntar

Natalia abrió y cerró la boca sin que alguna palabra saliera, tomó un gran respiro intentando calmar sus nervios – Es lo más lógico – Dijo por fin

Makis se sintió más nerviosa de lo que había estado todo el día, se levantó de la cama y tras buscar su cepillo dental se dirigió al baño. Dejo salir un gran suspiro, nuevamente la sensación de incomodidad la invadía.

Natalia se había mantenido inmóvil viendo los movimientos de Makis, se rascó la cabeza, "las cosas están marchando bien" pensó para sí misma, sus manos jugaban entre su regazo. Si había algo que no podía ocultar era su nerviosismo.

Makis al fin salió del baño y parada sobre el marco de la puerta veía a Natalia, era una mujer que definitivamente desbordaba belleza aún con el más simple vestuario – ¿De qué... lado duermes? –

Natalia la miró y se quedó pensando – Bueno... nunca lo había pensado –

Makis sonrió – Te parece si duermo de lado derecho –

Natalia asintió – No tengo ningún problema con ello... ¿Dormimos? –

Makis asintió y caminó a la cama – Si, mañana tengo que ir al hospital temprano –

Esta vez fue Natalia quien caminó a cepillarse los dientes, una sonrisa apareció en su rostro al ver el cepillo dental de color verde de Makis acomodado en la repisa. Regreso al cuarto con un poco más de ánimo y vio que Makis estaba acomodando su ropa y supuso que era la que usaría mañana – ¿A qué hora te vas? – preguntó sin pensar mucho y al instante se ruborizó, quizás Makis pensaría que la hostigaba o le media horarios, pero para su sorpresa no pareció incómoda

– Debo estar ahí a las 8, así que me levantaré a las 6 – Makis se giró a verla un instante y le sonrió – ¿Tú vas a ir a la oficina mañana? –

Natalia asintió – Si, pero alrededor del mediodía por unos papeles y después regreso ¿Vas a comer aquí? –

Esta vez la cara de Makis denotó confusión – No creo que sea posible –

COMO NACE EL AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora