Grabado en mi corazón.

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Su mano fue envuelta por la de SeokMin, entrelazaron los dedos mientras miraban hacia el interior de la habitación de hospital, allí yacía Wonwoo sobre una cama. Cubierto con sábanas blancas, sondas y un respirador. Su pecho ardía en rabia, pensar que su amigo había llegado a esta situación, todo lo que ignoraba de la vida de su Nonu lo hizo querer golpearse a sí mismo. La policía había tomado sus declaraciones, pero ahí estaban de nuevo, se preguntó: ¿por qué no lo dejaban en paz solo unos minutos? SeokMin se ofreció en lugar de él a contestar las preguntas que los oficiales al parecer todavía tenían.

Se dio la vuelta y recargó su espalda contra la pared blanca, ver a su mejor amigo así hacía que le doliera el alma, sobre todo. ¿Por qué Wonwoo no le dijo? ¿Era necesario que llegara a estos extremos? En su mente, esas eran un par de las tantas preguntas que lo rodeaban una y otra vez. Él cubrió sus ojos con ambas palmas y se limpió el rastrojo de lágrimas que quedaron en sus mejillas, sorbiendo por su nariz.

Un pañuelo invadió su visión, SeokMin se lo estaba ofreciendo mientras lo miraba, preocupado. Tomó la tela pequeña y blanca, limpió su nariz e intentó devolverlo, pero SeokMin bromeó diciéndole que se lo quedara hasta que lo lavase. Eso sacó una risa pequeña de su boca, y golpeó su pecho de manera juguetona. Ambos miraron luego hacia el interior de la habitación del área de terapia intensiva, Wonu lucía además algunos cortes y moretones en su rostro. El doctor le había dicho que su amigo había inhalado demasiado dióxido de carbono debido al incendio, pudo haber muerto.

—¿Lo encontraron?

La voz de SoonYoung sonaba ronca y apagada.

—La policía dice que lo están rastreando, visitaron la casa de su madre, pero la pobre señora no tenía idea de dónde estaba su hijo. —Seok colocó una de sus manos sobre el hombro derecho de Hoshi mientras le explicaba con calma lo que sabía—. La mujer se ofreció a prestar declaración y a ayudar en los que le sea posible, estaba destruida cuando se enteró de lo que había hecho su hijo.

Hoshi esperaba poder enojarse si su amigo le decía que la madre lo estaba encubriendo, pero tampoco pudo hacerlo luego de escuchar eso. Sus manos se cerraron en puños, él los apretó tanto que sus nudillos se volvieron demasiado rojos.

—Es mi culpa.

—¿Te estás escuchando? ¿Cómo esto va a ser tu culpa? —SeokMin lucía confundido y tal vez algo molesto, así fue como volteó a Hoshi para que lo mirase—. ¡¿Cómo, ah?!

SoonYoung miró a su amigo, sus ojos fijos y más rasgados a causa de su enojo. Se zafó de aquel agarre que aprisionaba sus hombros. — ¡YO LE PRESENTÉ A ESE IDIOTA! —Gritó con el rostro completamente rojo—.

—Por favor, SoonYoung. —El contrario lo miró incrédulo, y lamió sus labios luego de chistar a causa de que rechazaba esa declaración—. Si necesitas culpar a alguien, culpa al maldito que incendió el departamento. ¿O acaso le obligaste a hacerlo? ¿O acaso obligaste a WonWoo a permanecer en una relación que no le hacía bien, AH?! ¡¿ACASO HICISTE ESAS COSAS, MALDITO LOCO?! —SeokMin desestimó la culpa irracional que su amigo se echaba encima, solo porque su autoestima se aprovechó de él mismo en un momento vulnerable como ese. No iba a permitir que su estúpido y tonto amigo creyera sus propias idioteces—.

SoonYoung se quedó callado por unos momentos, queriendo decir algo más para defender su propio ataque contra sí mismo. Quería golpear algo o alguien, no estaba en condiciones de salir del hospital así pero tampoco soportaba ver a su amigo así. No podía.

Orbit. [Hermanos Kim #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora