-Vamonos JaeBum o se nos hará tarde- me dijo mi madre saliendo de la casa y dirigiéndose al auto.Solté un suspiro, tome mis llaves y salí cerrando la puerta. Una vieja amiga de mamá nos invito a cenar está noche a su casa, hace años que no se veían por eso mi madre prácticamente me obligo a ir con ella.
Llegamos a la dirección que me indicó mi madre, aparqué el auto frente a está y bajamos caminando hasta llegar a la puerta, toque el timbre y unos segundos después se abrió dejando ver un cuerpo pequeño y delicado, un hermoso chico de cabello castaño y mejillas regordetas.
Lo miré con mi típica sonrisa de lado, pude notar como sus mejillas se tornaban de un color rosado-que lindo- pensé.
-Hola! Tú debes ser YoungJae- le dijo mi mamá acercándose a él - has crecido mucho, estás tan grande y guapo-.
-Gr-gracias- contestó bajando la mirada- pasen por favor mi mamá los está esperando en el comedor- nos dijo haciéndose a un lado para dejarnos pasar.
Mi madre camino directamente al comedor pasando al lado de nosotros, yo entre y me quede parado a un lado de la puerta mirando a YoungJae quién jugaba con sus pequeñas manos mirando al piso.
-Hola- dije acercándome a él - Soy Im JaeBum- pude notar como se sonrojaba aún más.
-Ho-hola yo s-soy YoungJae- me dijo dedicándome una hermosa sonrisa
Me acerque a él, agachando la cabeza hasta que mis labios quedaron justo a un lado de su oreja - tienes un nombre igual de hermoso que tú- le susurré viendo como su cuerpo se tensaba, solté una pequeña risa y me aleje caminando al comedor.
Saludé a la mamá de YoungJae, nos sentamos y comenzamos a cenar conversando de algunas cosas.
Durante la cena sentí que YoungJae no paraba de mirarme y yo solo podía sonreír para mi.
Después de cenar nuestras madres decidieron salir con algunos amigos más.
-Seguros que estarán bien?- pregunto mi madre abriendo la puerta.
-JaeBum te quedas en tu casa, por favor cuida de mi hijo- me dijo la madre de YoungJae -Cualquier cosa me... -
-Te llamo, si mamá ya lo sé- dije -ya no somos unos niños saben?- les dije rodando los ojos.
-Si, si lo siento, llegaremos tarde no nos esperen despiertos -dijeron saliendo de la casa, cerrando la puerta.
Así es, ambas decidieron que lo mejor era que me quedará a dormir con YoungJae para que no esté solo.
-Quieres ver una película hyung? -me pregunto levantándose del sofá.
-Claro- le conteste - puedes elegir la que quieras mientras hago palomitas - camine hacia la cocina con las manos en mi bolsillo.
Había pasado una hora viendo la película que elegí, YoungJae se encontraba sentado a un lado de mi. Lo ví removerse incómodo en el sofá, mirándome cada cierto tiempo como tratando de decirme algo.
-Sucede algo? - le pregunté girandome hacía él.
-Q-que? N-no... B-bueno yo... Es que... Hy-hyung y-yo quería decirte q-que... - me miro por unos segundos tratando de ordenar sus pensamientos - Me gustas! -soltó de repente agachando la cabeza, tenía las mejillas rojas y los ojos cerrados fuertemente.
-Que? - le dije incrédulo.
-Y-ya sé que acabamos de conocernos y q-que apenas hemos cruzado algunas palabras p-pero creo que m-me gustas... -sonrei al mirar lo nervioso que estaba, tome su mejilla regordeta con mi mano levantando su rostro e hice que me mirará. Mi sonrisa se agrando al ver sus hermoso ojos llenos de lágrimas a punto de salir. Me acerque a él lentamente sin dejar de mirarlo y estampe mis labios con los suyos dejando un casto beso. Cerré los ojos sintiendo la suavidad de estos pero sin hacer ningún movimiento. Me separé del beso y no pude evitar soltar una carcajada al ver su cara de asombro.