-Mark 4-

128 22 0
                                    

Todo fue tan rápido que sin darme cuenta ya estaba en casa contigo detrás mío, quizá para darme la ultima sentencia, la que terminaría de destrozarme. Luego de dejar la chaqueta que me habías prestado camine hacia mi habitación seguido por ti en total silencio. Entre y me senté en la cama mientras esperaba que dieses la sentencia final, eras el juez y yo el condenado, ya nada quedaba por hacer. Pero con una delicadeza inimaginable tomaste asiento frente a mi, podía sentir su mirada, pero no lograba descifrarla, este rechazo estaba durando más de lo que pensé. Pero ahí fue cuando todo tomo un inesperado giro.

Tus manos comenzaron a tocar cada agujero del sweater como si al hacerlo fuesen a desaparecer, se sentía tan cálido nuevamente dentro de mi, podía hasta imaginar como los agujeros desaparecían uno por uno a tu paso, podía sentir como intentabas mantener el poco calor de mi ser dentro de mi piel... como intentadas descongelar mi corazón nuevamente. El tiempo parecía estar detenido, quería que fuese eterno, quería que siguieras cubriendo cada una de las grietas que el mundo dejo en mi con tus tibias manos, pero de un momento a otro ya no había agujeros por cubrir, solo cálidas manos sobre mi cuello, tocando mi piel como si fuese de porcelana, tan fría y débil, pero preciosa a la vez. Y ahí fue cuando me di cuenta, me dí cuenta de lo equivocado que estuve todo ese tiempo.

Ya nada importaba, solo quedaba recobrar esa calidez perdida, esa calidez opacada por tanto dolor y rencor, solo quedaba volver a probar esos labios y ya no estaba dispuesto a esperar más. Tus labios eran suaves y dulces, todo lo contrario a los míos en ese momento, pero parecía no importar, ya nada importaba. Luego de tomar un respiro nuestras miradas de se volvieron a encontrar y eso borro toda y cada una las dudas que rondaban mi cabeza.

Aquella mirada no era la misma que le dedicabas a tus amigos, no era la misma que le dedicabas a ella... tu mirada siempre fue así únicamente para mi, solo que ninguno de los dos lo había descubierto, como un par de tontos atrapados en un bosque buscando la salida yendo en círculos, hasta que al fin vuelven al punto de salida y descubren que la real salida no es por los lados, sino por arriba.

Tus manos seguían en mi cuello así como las mías en el tuyo, pero de un segundo a otro mi espalda se encontraba apoyada en la cama y aquellas manos una a cada lado de mi rostro. Ninguno sabia que más hacer, como seguir o eso creía yo. Lentamente esos dulces labios se acercaron a mi cuello y comenzaron a dejar pequeños y tibios besos en el, mientras una de tus manos comenzaba lentamente a bajar por mi cuerpo hasta llegar al limite del destrozado sweater, deseaba esos labios así que fui tras ellos, con un leve movimiento llame nuevamente la atención hacia mi rostro y cuando la conseguí atrape nuevamente esos labios cálidos entre los míos, los besos eran suaves y tranquilos, pero a la vez deseosos, como si ambos lo hubiésemos estado deseando hace tanto tiempo. Tu mano siguió su camino de vuelva hacia arriba pero esta vez por dejado de mi ropa dejando ver mi abdomen. Podía sentir tus manos recorrer mi cuerpo, pero también podía sentir el dolor de algunas moraduras. Cuando sin poder contenerme solté un pequeño quejido te separaste un poco de mi y pudiendo ver lo que habían hecho con mi cuerpo. Varios ya habían desaparecido con el tiempo, pero otros seguían palpitantes en mi piel. Esa brillante mirada cambio de un segundo a otro, ya no era solo calidades, podía ver enojo, frustración y dolor en ella. Sin que me dieras tiempo para poder decir algo atrajiste mi cuerpo hacia ti en un abrazo lleno de remordimiento y lo unico que logro salir entre tu hermosa y quebrada voz fue lo que termino por salvarme.

"Lo siento...prometo que ya no habrá más sufrimiento, no habrán más marcas, no más dolor, no lo permitiré... ya no lucharas más solo... porque yo estoy aquí"

Todo lo que deseaba eran esas simples palabras, ese simple gesto, un abrazo lleno de emociones tan cálidas como una tarde de verano, aquello que estuve buscando por tanto tiempo y que tu desde el primer día supiste que era exactamente lo que necesitaba... aquella calidez que trajo de vuelta a la vida a ese joven chico de frío ser.


-.Sky Blue Sweater.- MarksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora