Los murmullos no se tardaron en oír alrededor de nosotros, yo solo veía a Darian sorprendido y asustado, ella me sonrió de manera maliciosa y se levantó del piso, tomando el brazo de aquel chico y el mío para hacernos levantar.
Lo que me sorprendió fue que aquel chico no dijo nada sobre el reto, pero lo más me sorprendió fue que, si Darian y él son novios, ¿Por qué mierda quiere que me encierre en un armario con él?, La verdad es que no entiendo. ¿Y cómo se que son novios?, pues, los vi muy pegados en toda la fiesta, a donde Darian iba él y casi siempre ella lo tenía tomado del brazo.
Pero, no estaba en condiciones para ponerme a analizar.
—¿Lo harás? —me pregunto el chico en un murmullo, yo salí de mi trance y note que ya no estábamos en círculo, si no, que ahora estábamos los tres frente a la puerta de un armario, ¿En qué momento?.
—E-Eh, ¿Qué?, ¡Darian! —Vocifere, ella estaba abriendo del armario, era pequeño pero espacioso, no quería estar allí.
—¿Que pasa? —Pregunto sonriendo inocente.
—¿No puedo hacer otro reto? —Pregunto sutilmente, ella arqueo una ceja burlonamente.
—Nopiti, nopiti, no. —Dijo acercándose a mi cara, yo retrocedí un poco haciendo que chocara con el chico más alto, por poco tropezandome, pero el me tomo antes de eso.
—Gracias. —Le dije en un murmuro— Darian, por favor. —Le suplique, ella solto una risa y tomo mi brazo.
—No. —Y cuando menos lo esperaba me jalo metiéndome de un golpe al armario, y segundos después entro aquel chico sin mucho esfuerzo— ¡Disfruten su estadía! —Escuche que gritó desde afuera, y un corto sonido vino de la puerta. La cerro con llave.
—Maldita loca. —Dije en un susurro. Levante mi mirada y vi como aquel chico me miraba intensamente, frunci el ceño, pero no le tome tanta importancia a su mirada, yo también estuviera así se estuviera encerrado con un chico que conocí hace una hora.
Me levanté del piso, limpiando el polvo que había caído en mi pantalón. Mi vista giro inconscientemente al chico, que estaba recostado en la puerta viendo un punto muerto en el piso.
—Hey. —Él levanto su mirada— Tu novia es un poco rara. —Mencione, el frunció su frente— Digo, ¿Por qué querría tenerte encerrado en un armario conmigo?, ¿Tienen una relación abierta? —Cuestione, el se enderezó un poco en su lugar, yo me acerqué más.
—Eh... ¿Darian?
—No, ¿Quien más? —Respondí sarcástico. Él solto una corta risa— ¿Qué?
—Darían y yo no somos novios. —Mi mueca desapareció y sentí como la vergüenza se apoderaba de mi, había quedado como un completo idiota— Es mi mejor amiga, solo eso. —Se encogio de hombros.
—Oh... —Fue lo único que dije, y me dirigí hasta un pañuelo banquito tomando asiento en el. Jan no tardó en venir y sentarse a mi lado— Y dime, Jan...
—Jean. —me interrumpió, corrigiendome. Aprete mis labios con vergüenza, ¿Que acaso este chico tiene el don de hacer quedar a las personas como payasos?.
—Si, eso. —Agite levemente mi mano— ¿Estudias en mi misma escuela, Verdad? —Le pregunte, vi como abrió sus ojos en grande y un pequeño tono carmesí se apoderaba de sus mejillas.
—E-Eh... ¿Como sabes? —Tartamudeo, ¿Estaba nervioso?
—Bueno, te e visto varias veces por los pasillos, pero jamás te vi así. Tan de cerca. —Dije, haciendo una seña de ambos. El frunció el ceño, y vi como aquel color en sus mejillas se intensificaba— No me mal entiendas, quiero decir, de esta manera, digo, amigo, ahora mismo estamos los dos encerrados en un armario, no es una forma muy común de entablar una buena conversación. —Solte una corta risa, él igual.
—Bueno, en eso tienes razón. —Volvi a reír.
—Y... ¿Estas en mi clase o algo? —Le pregunte, echándome un poco atrás en mi asiento.
—No. Soy un año mayor. —Menciono en un susurro.
—¿Eh? —Levante mi mirada de inmediato, un poco asustado, era raro que este chico supiera en que año estaba, era muy raro, ni siquiera se lo había comentado.
—D-Digo, se que estoy en un año más, por que Darian me contó. —Solto una risa nerviosa, lo mire entrecerrando mis ojos— ¿Tu estas en cuarto, verdad? —Pregunto, yo asentí— Bueno, yo en quinto.
—Oh, quiere decir que ya te vas a graduar.
—Si, debi haberme graduado el año pasado, pero... Problemas en primaria. —Solto una corta risa, lo noté avergonzado, no puedo burlarme, a mi también me estuvo apunto de pasar eso. Gracias señora directora que es amiga de mi mamá.
—Ya veo. —El ambiente se volvió incómodo, el bajo su mirada hasta sus zapatas, jugando con las cuerdas de esté, yo me dediqué a mirar un poco aquel armario, no había muchas cosas a decir verdad, era como un lugar donde guardaban los juegos de mesas, juguetes viejos y ropa que ya no se necesita, pensé que sería mejor— ¿Cuanto tiempo queda? —Le pregunte, rompiendo aquel feo silencio.
—Ehmm...
—¡Quedan dos minutos! —Y como si leyera mi mente, escuche gritar a Darian desde afuera, eso me preocupo un poco, ¿La loca nos estaba espiando.
Gire mi mirada hasta Jean, lo noté nervioso, quizás era claustrofóbico, pero, ¿No debió haberte puesto así desde que entramos?, era raro.
—¿Pasa algo? —Le pregunte, tocando levemente su hombro, él se sobresaltó.
—No, nada... —Quite mi mano de su hombro y me dedique a mirar la puerta, rogando que en cualquier momento se abriera— Libardo. —Escuche a Jean.
Me giré y lo mire, el tenía sus piernas cruzadas en el suelo, mirándome de frente. Solte un pequeño escalofrío, sentía como sus ojos se conectaban con los míos, como si tratara de decirme algo con ellos, pero, simplemente no entendía.
—¿Que paso?
—Si hago algo, ¿Me perdonarías? —Me dijo en un hilo de voz, frunci mi frente y me acomode mejor en mi asiento para verlo mejor.
—¿Me vas a matar? —Cuestione nervioso.
—¡No!, Por supuesto que no. —Suspire aliviado. Él bajo su mirada a sus pies— Es otra cosa.
—¡Un minuto! —Grito Darian desde afuera. No le tome importancia y dirigí mi vista de nuevo a Jean.
—¿Que cosa?
Él no respondio. No me dio tiempo ni de procesar mi existencia, cuando me tomo de los hombros y estampó sus labios contra los míos.
Nohe-
