Mi corazón en su pistola

Capitulo 3: ¿Como te llamas?

Samara

Rodeo uno de los brazos del chico en mis hombros y lo ayudo a levantarse

Este tonto pesa, y apesta a cerveza.

pero no lo veo tan inconciente que digamos, o eso parace.

- Eres mi héroe bomboncito - Dijo arrastrando las palabras

- Y tu eres un inútil borracho que se mete en problemas contra tres vagos que estaban apunto de reventarte la cara. Ademas apestas. 

- Wau, que carácter linda... hoy no fue un buen dia para ti tampoco ¿verdad?

- Mas o menos, me senti bien pero cuando me vuelvo a quedar sola literal no quiero recordar este día...
No se que hago hablando con un borracho compulsivo que es realmente un extraño.

-  Primero linda, no soy un borracho compulsivo, solo por hoy tampoco queria recordar este dia.
Te entenderia si estuviera mas lúcido jajaj.

- El bar esta aqui cerca, tomaremos un café. Yo invito.
Pero porfavor despues dime donde queda tu casa.

Llegamos a un bar de atención las 24 horas.

Lo senté en una mesa que tenia de asiento dos sillones, y lo sente al frente mio.

- Bien ¿como te llamas? - Pregunté mientras me sentaba.

- Me llamo log... - justo llegaba la mesera.

- ¿Que van a ordenar? - pregunta mientras sostiene una libreta.

- A mi traeme un cafe con medialunas y para mi acompañante traele un cafe mas intenso, y unas medialunas con alguna porción grande de algún postre - respondo por los dos.

estoy segura que este loco estara muerto de hambre.

- Esta bien, ya se los traigo. - y se retira.

*

- Perdona, justo te interrumpió la mesera, pero no importa, seguro y ojala no vuelvas a reconocerme la cara en ningún lugar, asi que te llamaré por ahora "log" fue lo que llegue a escuchar.

- ¡Me trataste de gordo con la mesera!... con lo linda que estaba

- Estoy segura que mueres de hambre.
Pero te advierto... dos media lunas son mías.

- Esta bien, tonta.

¿acaba de decirme tonta? ¿a su salvadora?

en fin.

Desde lejos venia la mesera.

mientras nos acomodaba las cosas en la mesa el baboso de log no paro de mirarle los pechos.

Para luego guiñarle el ojo cuando se fuera.

que baboso dios.

- Bien ahora tomate ese cafe. - le dije sin mas.

- Ah disculpa - llamo de nuevo la atención de la mesera - ¿podrias prestarme papel y tu lapiz?

la mesera acepto extrañada - Si, por supuesto.

Me creerán si les digo que con todo lo se comió y el cafe que le pedí, no se le fue ni un poco la borrachera y se quedo ¡DORMIDO EN LA MESA DEL BAR!

¡No tengo que lidiar con lilly de esta manera que es una pequeña de 5 años, y resulta que tengo que llevar a cuestas con este tonto!

Llego a decirme donde vivia, por lo menos.

Menos mal que voy al gimnasio, y que es por aquí cerca. Porque con lo que pesa y ensima que lo tengo que cargar, voy a tardar tres años.

Era un tipo alto, me llevaba como 20 cm. Y yo mido 1.60.