El periodista Jack Frost acababa de desplazarse hasta Betta-XII, con el objetivo de visitar al profesor Pitch Black. Tras pulsar el timbre, le recibió una bellísima muchacha de apenas veintidós o veintitrés años de edad, cabello largo y platinado, o...
Tanto tiempo, perdón por no actualizar, trataré de hacerlo más seguido <3 Las amo, gracias por seguir aquí. 💙
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Casi tres minutos después de haber unido su boca a la de Jack Frost, Elsa Arendelle dio por finalizado el beso y miró a los ojos al periodista de DreamWorks Express.
-¿Te he hecho cambiar de idea, Jack?
-No, pero me ha gustado mucho el beso.
-Sabía que no lo lograría.
-Puedes seguir intentándolo.
-¿Para qué? Ni aunque te besara cien veces desistirías de ir personalmente en busca del profesor Black y de la muchacha-robot creada por él.
-No, me temo que no.
-Espera, al menos, un par de horas.
-¿Por qué?
-¿No dijiste que te duelen todos los huesos?
-Sí, es verdad -el periodista se llevó la mano a las costillas.
-Quítate el traje y échate en el sofá, Jack Trataré de aliviar tus dolores.
-¿Con qué?
-Eso es cosa mía -sonrió Elsa, con pícaro gesto.
-De acuerdo -accedió Jack, y se despojó de sus ropas, conservando solo el slip. Se tendió en el sofá, boca arriba.
-Soy todo suyo, doctora Arendelle -bromeó.
-No soy doctora, pero casi.
-¿Lo eres?
-Soy enfermera.
-Qué sorpresa.
-Y mi especialidad son los masajes.
-¡Magnifico!
-Te haré una demostración.
-Lo estoy deseando.
Elsa empezó a masajear el contusionado torso del periodista, sus brazos, sus hombros, su cuello...
Jack cerró los ojos y la dejó hacer, absolutamente inmóvil.
-¿Te sientes mejor, Frost...? -preguntó ella.
-Mucho mejor.
-¿Continúo?
-Sí, por favor.
Elsa siguió dándole masajes, sentada en el borde del sofá.
Jack movió su mano y la posó sobre los suaves y armoniosos muslos femeninos.
