Capítulo 15: ¡Habrá un baile!

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Llegué a la escuela cargando con la enorme pila de papeles al cual yo llamaba proyecto de literatura, detestaba tanto no poder mandar los trabajos por correo, tanto papel desperdiciado para nada. En esta escuela matan mi alma ecologista.

-Luces muy divertida – sonreí de mala gana.

-No molestes Sean y mejor sostén esto – le pasé mi mochila, junto con mi desayuno mal preparado por mi embarazada (de gemelos) madre y sí, ya casi termino de superarlo.

-Tengo una sorpresa para ti – dijo mientras continuábamos nuestro camino hacia el aula.

-¿Soy la princesa de Genovia? – pregunté emocionada, Sean negó como fingiendo tristeza.

-No, aún – reí – pero podrás escoger ser una por una noche – lo miré extrañada, Sea sacó de su bolsillo un papel completamente arrugado y me atrevería a decir manchado de café, el chico torpemente estiro el papel y me lo echó encima del proyecto, como si cargar casi 100 paginas mal apiladas no fuese ya una tortura.

-Un baile – dije desconcertada.

-No es un baile tarada – lo miré mal – es un evento de recaudación de fondos, Hamilton lo organiza desde que se fundó, el evento tiene diferentes temáticas para llamar la atención de donantes, es para los albergues y personas sin hogar – sonreí – y esta vez, ¡Es un baile de disfraces! – exclamó emocionado. Posiblemente Sean tenga un lado femenino muy resaltado, tendré que preguntarle después sus preferencias sexuales.

-Acabas de decir que no es un baile – por fin habíamos llegado al salón, generalmente nos sentábamos juntos.

-Es que no es un baile, es una fiesta, pero cuando lo piensas bien, "baile" – resaltó las comillas – suena bien, en fin, vamos a ir, y ya escogí nuestros disfraces – enarqué una ceja.

-¿Nuestros? ¿En qué plan loco me metiste? No entiendo porque siempre me tocan amigos locos que me meten en planes raros – Sean rió.

-Serás la princesa o reina, como gustes, de Genovia y yo seré Joe – sonreí.

-No suena tan terrible, pero, ¿por qué no mejor Lady Diana? – pregunté.

-Si lo contemple, pero realmente no sé quien era su guardaespaldas, y no pienso ser el príncipe Carlos, así que Amelia Mignonette Thermopólis Renaldi y Joe, fueron la mejor opción – sonreí encantada.

-Acepto ser tu Mia Thermopólis, de hecho creo que tenemos mucho en común, excepto la tiara y los rizos – el rió.

-Si, ambas meten la pata como si fuera juego de carnaval – lo miré mal, por enésima vez – tranquila, pero, ¿sabes que es lo gracioso? – Preguntó, negué confundida – ya tienes a tus propios Michael Moscovitz, Andrew Jacoby y Nicholas Deveraux – sonrió, yo me quería matar, ¿la vida siempre era así de complicada?

-Bueno, ahora tengo que pasar por un corazón roto por la partida de un novio que quiso ser músico, engañar a mi prometido rico y guapo y quedarme con el engañoso que quiere mi trono, ¡Que divertido! – Sean se tiró a reír.

-De verdad quiero saber quien es tu Lord Deveraux – Blanqueé los ojos.

-Ninguno, recuerda que estoy libre de ellos ahora – Sean se encogió de hombros haciéndose de oídos sordos, más no pude restablecer mi punto, pues el profesor ya había entrado.

La clase fue más aburrida que usualmente, hasta que el profesor mencionó el sagrado baile, o evento de recaudación de fondos, como sea que se llame, la temática de disfraces al parecer había sido una completa bomba, todos querían asistir, a mi alrededor solo escuchaba los murmullos de futuros disfraces que iban desde spider-man hasta la Barney.

Al parecer Sean y yo seríamos los más originales.

¡Oh por dios! ¡Los originales! Yo podría ser Hayley o Rebekah y Sean podría ser Klaus o Elijah, aunque igual no era tan buena idea, yo siempre quise ser princesa. 


-Luces adorable sonriendo así – dijo Gia en cuanto se dejó caer en el césped a mi lado.

-Tengo un diez en mi proyecto, por supuesto estoy feliz – ella rió.

-Te vi con Sean hace rato – me miró picará.

-Tu y tus vagos intentos de conseguirme pareja – negué fingiendo molestia – estoy bien así y Sean es el amigo que toda mujer necesita – Gia abrió y cerro la boca sorprendida como un pez.

-Es gay –

-Aparentemente gay – la interrumpí.

–Con razón nunca me regresaba las miradas en primer grado – me lancé a reír.

-Es encantador, iremos juntos al evento de recaudación de fondos – Gia resopló.

-Ya no lo menciones, estoy en la mesa directiva que organiza esas cosas, me tienen vuelta loca con tantas juntas y Niall con su insistencia de vestirnos de Alicia en el país de las maravillas y el sombrerero loco versión Tim Burton – sonreí enternecida.

- ¡Escuché algo del baile! – cantó una emocionada Sam llegando con nosotras, y claro, quien más podría estar tan emocionada con cosas como estas que la rubia nerd.

-¿Qué serás? – preguntó Gia la cual ya había tomado mis piernas como almohada.

-Bonnie y Clyde, con Zayn obviamente – reí.

-Que coincidencia, hace poco los nombre así en mi mente - sonreí.

-Estoy tan emocionada, estaba con los chicos, Harry será Elvis – reímos – Louis dijo que le gustaría ser sirenoman, de Bob Sponja, entonces Liam dijo que él renunciaría a ser Batman una noche para acompañarlo y ser el chico percebe – reímos aun más.

-Muero por verlos a todos disfrazados – dije divertida.

-Primero, ¿tú que serás? – preguntó Sam intrigada, ambas me miraron.

-Hagan reverencia, porque seré Mia Thermopólis – sonreí triunfante.

-¿Cómo es un disfraz de la princesa de Genovia? – preguntó Gia confundida.

-Cualquier vestido está bien mientras yo me sienta Mia, y Joe, o sea Sean esté detrás de mí – ellas rieron.

-Ya quiero que sea viernes – canturreó Sam, nosotras le seguimos.


Unos minutos después tuve que dejar a las chicas para volver al salón, pero extrañamente este se encontraba vacío, por un momento me alarmé pensando que la clase se había ido a otra aula, pero luego, tras checar la hora en mi celular, pude darme cuenta que faltaban 10 minutos más para iniciar el ultimo periodo. Con razón las chicas me habían visto tan raro cuando les dije que tenía que volver a clase.

Salí del salón (sintiéndome bastante estúpida) y me dirigí a la cafetería, una buena rebanada de pastel me haría sentir menos nerd.

-Cuando será el día que te encuentre sin estar comiendo –

¿Por qué todos mis amigos o conocidos siempre llegan de la nada y no saludan?

¿Acaso no merezco que por lo menos digan "Hola"?

¡Para nada! Ellos llegan de parlanchines y listo.

-Nos hemos visto muchas veces en el pasillo y no estoy comiendo – respondí.

-¿Escuchaste de la recaudación? – preguntó el castaño. Asentí sin más - ¿e irás? – preguntó de vuelta.

-Aparentemente, Sean me ha anotado como su compañera en disfraz – contesté.

-¿Sean Murphy? – preguntó interesado.

-Así es, ¿te doy su numero casanova? – pregunté tras darle un codazo.

-No gracias, no es mi tipo – reí por lo bajo.

-¿Y qué haces aquí si no vas a comer? – pregunté.

-Quería hablar contigo – hizo una mueca y supe que no venía nada bueno – de Harry – resoplé.


Triángulo...¿o cuadrado amoroso?- Harry Styles y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora