Capítulo 29: "Me gusta más que Tom"

55 4 0
                                    

El día había terminado (bueno, el tiempo escolar del día) y era un alivio, una hora más y me habría empezado a comer mi propio cabello de los nervios.

Cuando la campana sonó, Sam y Sean estuvieron más raros de lo normal, y aquello se lo atribuía a dos posibles causas:

1. Sean había ido de chismoso con Sam acerca de los mensajes.

2. Sam Sabía algo que yo no gracias a su aún más chismoso novio y Sean solo quería saber lo de los mensajes.

El punto es, que tuve que escabullirme con la tonta excusa de que debía ir al baño, solo así, ninguno me siguió, y, como todos tenía que verse en el estacionamiento para ir a la celebración del cumpleaños de la rubia, no les quedo de otra que irse adelantando.

Mi nerviosa yo, que no quería ser descubierta dejando el instituto en el mismo vehículo que Styles, se sentó en la tapa de la taza, encerrada en un cubículo, como si de misión imposible se tratase.

Mi teléfono sonó después de varios minutos y con miedo lo saqué de mi bolsillo, era Harry.

- ¿Hola? –

-_____, ¿Dónde te metiste? Llevo años esperándote –

- ¿Estas solo? – pregunté.

-Obviamente Vandergold – rodé los ojos ante su ironía.

-Me refiero a que si ya se fueron los demás, idiota – dije.

-Otra vez esa agresividad – volví a rodas los ojos y me levanté de mi trono no tan real y pulcro – pero si, se acaban de ir hace unos cinco minutos – saqué el aire aliviada - ¿ya vienes? –

-Sí, sí, adiós – colgué de inmediato y por fin dejé los sanitarios detrás, fue como la gloria cuando salí, los pasillos despejados, incluso las aulas, debí haber estado mucho tiempo encerrada.

Caminé con velocidad al estacionamiento, ahora que lo pensaba, la pobre engendro ya debía estar de lo más aburrida en casa, o en mi habitación, haciendo de las suyas, lo cual obviamente era aún peor. Apresuré mi paso y por fin me vi afuera, caminando hacia la izquierda. Había muy pocos autos, pero pude encontrar rápidamente el que estaba buscando.

A decir verdad, jamás había visto el auto de Harry, por consiguiente, no me había subido a el y hasta hace poco, me habría negado rotundamente a hacerlo. Pero mírenme ahora, corriendo hacia él.

Como cambian las cosas, ¿no?

Obviamente mi método de reconocimiento al auto fue ver la mata de rulos por la ventana, el chico miraba al frente al borde de perder la paciencia, pues una de sus manos estaba al volante y sus dedos golpeaban en sincronía la goma de este, me apresuré al auto y sin tocar, abrí la puerta y casi me aventé dentro.

- ¿Dónde rayos te habías metido? Debemos ser los únicos estudiantes aun aquí, ya todos se fueron a la fiesta – fruncí el ceño.

- ¿Fiesta? – pregunté confundida.

-Sí, la de Sam –

-No, no, no, para tu tren. ¿de qué demonios estás hablando? – pregunté, me sentía como en una realidad adversa.

-La fiesta sorpresa que preparo Zayn en la terraza de su casa – abrí mi boca con sorpresa.

-Yo no sabía nada de eso – Harry me miró extrañado y después pareció pensar.

-Oh ya recordé – dijo – Zayn no te advirtió porque sabía que Sam te sacaría la sopa sin siquiera intentarlo – le miré mal – oye no te metas con el mensajero –

Triángulo...¿o cuadrado amoroso?- Harry Styles y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora