Triángulo...¿o cuadrado amoroso?- Harry Styles y Tú

Capítulo 30: Viejas amistades.

Debo admitir dos cosas:

1. La fiesta se veía increíble para haber sido organizada por cinco descerebrados.

2. Jamás creí que tanta gente pudiese caber en una pequeña terraza.

Casi desde que llegamos tomé tan fuerte de la mano de Harriet, entre toda la multitud, me sentí la niñera más irresponsable del mundo al traer a la pequeña a este ambiente. Afortunadamente, todo parecía bajo control en cuanto al alcohol, no había tanto alboroto, aún.

Desde que llegamos, los tres buscamos desesperadamente un rostro conocido, y por conocido me refería uno de los que veíamos diario en la escuela.

Cerca de la barandilla que separaba el borde del techo con caer al vacío, estaban Gia y Louis, ambos platicaban bastante entretenidos. Nos acercamos a ellos, quienes de inmediato nos prestaron atención.

- ¡Gia! – exclamó una muy feliz Harriet.

-Pequeña Payne, que gusto verte de nuevo – ambas se saludaron.

-Hola Louis – dijo después.

-Hola pequeña – respondió él mostrándole una sonrisa muy grande.

- ¿Qué es eso? ¿puedo tener una? – preguntó ella señalando el vaso transparente de Louis, donde un líquido azul parecía completamente inofensivo, pero sabía que no lo era.

-Ni en mil años, eso es veneno – me apresuré a responder.

-Bueno, ¿Qué te parece jugo? – nos preguntó, ambas asentimos al tiempo y él rio, alejándose.

-Ahora si – Harry y yo miramos a Gia que nos miraba con una sonrisa - ¿por qué llegaron juntos? – preguntó en un tono de voz que me hizo querer matarla.

-Harry fue muy amable en acompañarme por Harriet – contesté, lanzándole de mis peores miradas.

- ¡Vaya pero que encanto de persona Styles! Con razón pusiste tantas excusas para no venir con nosotros – dijo ella, con evidente ironía en la voz.

-No molestes Gia – pidió él, avergonzado, ella solo rio en nuestras caras.

-¿Sabes qué? Buscaremos a la cumpleañera para que Harriet la felicite – avise, tomé a la niña de la mano y comencé a alejarme.

-Te acompaño – dijo Harry.

- ¡Claro no se vaya a perder! – musitó Gia con ironía y diversión, levanté mi dedo medio para ella, y solo pude escuchar sus risas al irme.

-Pero, ¿y mi jugo? – preguntó la chiquilla, la miré divertida.

-Solo iremos a saludar y... -

- ¡Tom! – fui interrumpida por el feroz grito que pronunció la niña, antes de que saliera corriendo y se lanzará en los brazos del chico que ahora la cargaba feliz.

Miré a Harry de reojo, él de inmediato puso gesto serio, sentí un poco de pánico, pero me lo guardé tras la sonrisa que le di a Tom, para acercarme después, él aun mantenía entre sus brazos a Harriet y ella, no parecía molesta en lo absoluto.

-Hola Tom – dije.

-Hola hermosa – le miré mal, sabía que me decía de esa forma por la presencia de cierta persona a mi lado.

-No esperaba encontrarte aquí – dije para desviar la atención de aquel sobrenombre.

-Acompañó a un amigo, pero no me quedaré mucho, tengo turno en el acuario –

- ¡Yo quiero ir! ¿puedo irme con él? - reí.

-Ni loca te dejo irte sola Harriet, como se te ocurre – contesté.