Capítulo 10 (parte 1): Drama.

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Casillero 207, ¿Dónde está el casillero 207? Después de 167, está en 200, ¿Qué tipo de organización es esta? Seguí caminando entre las filas de los casilleros, llegaban hasta el 250 en el gimnasio, saliendo de aquí, la numeración continuaba a través de los pasillos, la clase de deportes ya estaba por iniciar y yo aún no me podía vestir. Era la primera vez que tenía necesidad de usar el casillero del gimnasio, y me sucedía esto.

-No es por nada, pero ya me estás mareando – mencionó una chica, la cual guardaba algunas cosas en su casillero, ella ya estaba vestida con el uniforme.

-No encuentro mi casillero, el orden es un poco raro – admití avergonzada.

-Bueno, es porque algunos casilleros han sido relevados para ser arreglados, ya sabes, metal oxidado, el vapor y humedad de las duchas les llega hasta acá – bromeo, me limite a sonreír - ¿qué numero tienes? – A ver, le digo que estoy en problemas y ella busca conseguir mi número de teléfono, ni siquiera me gustan las mujeres.

Oh esperen, ella habla de mi número de casillero, pudo empezar por ahí. Le pasé el papelito con la matricula.

-Son los que están pegados a la pared, dos filas hacía atrás – me regresó mi papel – y te recomiendo ir rápido, la profesora no es muy tolerante hoy– torcí la boca pero asentí.

-Gracias – no supe que más decir.

-Soy Gia – extendió su mano, ¿aún se hace eso al conocer a alguien?

-_________ – correspondí, ella sonrió.

-Un gusto, te veo en la cancha – asentí, y la vi marcharse por la puerta hacía el campo, me apresuré a mi taquilla y guardé mi mochila después de sacar mi uniforme y corrí al vestidor. Un short negro con rayas blancas a los costados y una playera de maga corta color blanca con el nombre Hamilton en letras rojas en un costado del pecho, simple, pero muy cómodo. Una vez cambiada volví a la taquilla a guardar las cosas y me até el cabello en una cola alta, al revisar el reloj descubrí que tenía solo un minuto para estar en la cancha, así que literalmente corrí, la mayoría estaba ya ahí, algunas chicas sentadas, chicos estirando, otros jugando mientras esperaban, y luego los de mi clase, solo tirados en el piso esperando la muerte, y vaya, Gia era de mi clase, era la primera vez que la veía. Me acerqué y me tiré casi a su lado.

-Qué bueno que llegas, mi amiga no vendrá y está clase es un martirio si no tengo con alguien que hablar – reí, ella se acercó más a mí.

-Entonces __________, háblame de ti – pidió, parecía estar tomando el sol.

-No hay mucho que decir – me encogí de hombros – soy una chica muy común, y recién incorporada a este colegio – concluí.

-Suertuda, yo estoy aquí desde preescolar – reímos – pero no es tan aburrido, pasan cosas interesantes, ¿oíste de choque de esta mañana? - ¡Ay no! Se me caía la cara de vergüenza – pobres chicas, son amigas de mi novio, por eso me enteré – entrecerré los ojos, ¿Niall? ¿Acaso ella era la Gia de Niall?

-¡Eres la chica Horan! – exclamé tan feliz como si hubiese redescubierto América. Gia se echó a reír pero terminó asintiendo.

-¿De dónde los conoces? – preguntó divertida.

-Bueno, hola soy _______ Vandergold, una de las chicas del choque – alardeé.

-¡No es cierto! – Se cubrió la boca sorprendida - ¡Ay por dios que pena! Yo hablando tan libremente de eso – reí.

-No te preocupes, la verdad es que fue más humillante de lo que se ve, por lo que estoy acostumbrada a que se rían de ello – me encogí de hombros.

Triángulo...¿o cuadrado amoroso?- Harry Styles y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora